Luego de presentar los principales síntomas de la COVID-19 y ser ingresada al Servicio de Urgencias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Hortensia, de 65 años, logró librar la enfermedad.
Al tener insuficiencia respiratoria severa y recibir soporte ventilatorio con un respirador, hecho que la puso en una situación muy alta de riesgo de muerte, Hortensia tuvo una nueva oportunidad de vida.
Lo anterior, gracias a un protocolo experimental de plasma que lleva a cabo el IMSS, que consiste en recibir vía intravenosa dos unidades de plasma; cada una con 200 mililitros de donadores distintos que se hayan recuperado de la COVID-19.
En este contexto, a la mujer de 65 años le avalaron el 27 de abril el protocolo nacional experimental de transfusión de plasma que inició el IMSS con los permisos de bioética y bioseguridad para su utilización.
Este plasma fue abastecido por el Banco Central de Sangre del Centro Médico Nacional La Raza, cumpliendo con el acuerdo de compatibilidad de donadores y la receptora, además del previo consentimiento de las partes.
Tras llevar a cabo el procedimiento de transfusión de plasma, la doctora María Dolores Ochoa Vázquez, jefa del Servicio de Neumología Adultos de La Raza, señaló que Hortensia evolucionó satisfactoriamente.
De esta manera, al notar mejoría en su estado de salud, a la mujer se le retiró el respirador el 29 de abril y una vez que pudo ser estabilizada, se le dio el alta por la tarde del viernes 8 de mayo.
A pesar de que Hortensia pudo regresar a su hogar, los médicos recomendaron que se mantuviera en aislamiento, además de seguir usando el cubrebocas, oxígeno, así como medidas de higiene, al tiempo de que estará en valoración durante seis meses para evitar que haya alguna recaída por la enfermedad.
Con información de La Silla Rota, imss.gob.mx y eleden.mx
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