Esta semana se hizo viral el video del momento en que un maestro ayudó con la tarea al hijo de una de sus alumnas.
El hecho ocurrió en una Escuela Normal de la Licenciatura en Educación Física, Deporte y Recreación de Durango.
Según la descripción de la publicación, una alumna lleva a sus dos hijos a las clases debido a que no tiene con quién dejarlos encargados.
Tras la difusión del video, el maestro se llevó aplausos de los internautas por ayudar a su alumna y permitir que los pequeños la acompañen.
Este es el segundo caso viral de una madre que se ve obligada a llevar a sus pequeños a la escuela.
Pese a que se reconoce a los profesores y al gran esfuerzo de estas mujeres por superarse y cuidar a su familia al mismo tiempo, esto exhibe la gran problemática de equidad de género que existe.
Parte de la cultura machista es que las mujeres deben dedicarse a las labores del hogar y cuidado de la familia, pero si deciden trabajar o seguir estudiando, deben hacerse responsables de ambas cosas.
La situación se complica aún más cuando las mujeres son madres adolescentes o solteras, ya que atraviesan por adversidades económicas, de rezago educativo y desigualdad de acceso a oportunidades.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que 33 de cada 100 mujeres, de 15 a 55 años, son madres solteras y de ellas, el 53 por ciento cuenta con un nivel escolar máximo de secundaria.
Además de estas complicaciones, también deben soportar críticas, pues al hacer otras actividades como trabajar o estudiar se les acusa de ‘descuidar’ a sus hijos.
No obstante, el empleo, el bienestar propio y la educación son factores que les permiten un mejor desarrollo personal y para su familia.
Por lo anterior, es importante que las instituciones creen programas de apoyo para madres solteras y que se reflexione sobre la responsabilidad y compromiso compartido con la pareja sobre actividades del hogar y cuidado de los hijos.
Fuentes: Mujer México, Facebook/ Priscila Esparza y Sin Embargo
Portada: Impresión pantalla Facebook/ Priscila Esparza