El aislamiento por COVID-19 ha recrudecido la violencia contra las mujeres en América Latina, de acuerdo con cifras oficiales de varios países de la región.
Luego de que se declarara la contingencia por coronavirus como pandemia y varias naciones tomaran medidas de confinamiento para evitar la propagación del virus, António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pidió garantizar la seguridad de las niñas y mujeres.
Guterres precisó que, para una buena parte del sector femenino, la amenaza más grande estaba en el lugar en el que debería sentirse más seguro, es decir, en su propio hogar.
De acuerdo con varios estudios, antes de que se hiciera obligatorio el aislamiento por la pandemia de COVID-19, miles de niñas y mujeres en América Latina ya padecían violencia de género en sus domicilios, por lo que los Gobiernos se vieron obligados a implementar medidas urgentes; sin embargo, la ayuda ha sido insuficiente y la problemática persiste.
Cifras oficiales señalan que, en Argentina, del 19 de marzo, cuando se impuso el aislamiento obligatorio, al 2 de abril al menos doce mujeres fueron asesinadas, pese a que en ese país se gestó el movimiento #NiUnaMenos.
El Gobierno argentino reportó que las denuncias telefónicas por violencia doméstica se incrementaron hasta en un 30 por ciento.
En Chile el escenario es todavía más alarmante, pues en la última quincena de marzo los llamados de auxilio por este delito subieron hasta un 70 por ciento.
Sin embargo, Carolina Cuevas, ministra de la Mujer y Equidad de Género, dijo que no era posible dar una cifra real de la problemática:
“Si estamos en cuarentena total, la gente no va a poder salir a denunciar, pero no significa que la violencia haya disminuido”
Aunque no presentó cifras oficiales, la fiscal Mirna Arancibia, de Bolivia, confirmó que la violencia doméstica se ha incrementado de manera alarmante en el país.
Arancibia informó que las denuncias por agresiones intrafamiliares se encuentran por encima de otros ilícitos, incluyendo el robo, como consecuencia de la convivencia obligatoria.
Por su parte, Colombia informó que, desde que inició el periodo de aislamiento por COVID-19, se han registrado mil 221 reportes de violencia hacia mujeres.
A este alarmante escenario se suma el reporte del general Oscar Atehortua, director de la Policía Nacional, quien detalló que se registró un aumento del 39 por ciento en llamadas por agresiones domésticas.
En contraste, Guatemala y Panamá reportaron una considerable disminución en las llamadas de emergencia por violencia intrafamiliar.
Sin embargo, los expertos afirmaron que este panorama no es del todo alentador, pues existe la posibilidad de que los agresores estén amedrentando a sus víctimas para no denunciar.
“La seguridad alimentaria y la violencia intrafamiliar, la violencia contra las mujeres son asuntos de políticas públicas que hay que atender especialmente en estos momentos”. – María Noel Vaeza Directora Regional de @ONUMujeres. #Coronavirus #RespuestaCOVIDー19 pic.twitter.com/hsQGBhTNyh
— ONU Mujeres (@ONUMujeres) April 1, 2020
En México, donde el promedio diario es de diez femicidios, lo que lo convierte uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres, la violencia intrafamiliar también creció durante el aislamiento por la COVID-19.
La contingencia provocó que, en varios estados, los refugios para féminas y sus hijos tuvieran que operar sin recursos y con sobrepoblación, por lo que el Gobierno Federal tuvo que habilitar el número de emergencia 911 para atender a las víctimas de violencia doméstica, entre otras medidas para contrarrestar la problemática.
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Con información de UN News, El Imparcial y Nueva Tribuna
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