Si quieres dar los besos en el cuello, te damos unos tips para que puedas sacarles provecho a todas las terminaciones nerviosas de esa zona.
Los besos en el cuello son una forma de expresar cariño y deseo. De hecho, tienen la habilidad de despertar toda tu sensibilidad.
Esta zona es una de las más erógenas del cuerpo. Por ello, el mínimo contacto es capaz de provocar un montón de sensaciones.
Además de que los besos en el cuello sirven para demostrar cariño, puede ser una jugada muy sexi para provocar un encuentro íntimo.
Lo mejor es que esta área te permite utilizar muchas estrategias para besar, hasta lamidas y mordidas suaves, siempre y cuando la situación lo amerite y permita. Pero antes, hay algunos puntos básicos que debes conocer.
¿Qué significan los besos en el cuello?
Como ya te lo explicamos, los besos en el cuello pueden ser un arma de doble filo. Al ser una zona erógena, el roce en esta zona denota pasión y deseo.
Si le tienes contacto con tu pareja en este lugar, es seguro que el objetivo es llegar más lejos. Por ello, es muy importante que no lo hagas frente a amigos o familiares.
Ten en cuenta que los besos en el cuello pueden subir la temperatura en cuestión de segundos, no importa si los recibes o los das.
Además, ten en cuenta en dónde se encuentran tu pareja o tú. Si quieres dar un beso tierno, asegúrate de no ser demasiado intensa.
¿Quieres un encuentro íntimo? No te aceleres, lo mejor es que te tomes las cosas con calma.
Asimismo, comienza con los besos en el cuello una vez que tu pareja y tú ya hayan tenido una buena sesión de besos en la boca. Mientras esto ocurre, despierta las terminaciones nerviosas de esa zona con suaves caricias.
Además de que será una excelente forma de excitar a tu pareja, sentirá más placer cuando coloques tus labios ahí.
Ahora sí, te daremos unos tips para dar los mejores besos en el cuello.
Consejos para dar los mejores besos en el cuello
Comienza con suavidad
Humedece tus labios levemente y besa el cuello de tu pareja con la boca cerrada. El contacto debe ser lo menos húmedo posible y muy sutil.
Si tu pareja está indispuesta para llegar a algo más, podrás detenerte a tiempo.
No te quedes en un solo lugar
Los primeros besos deben servirte como guía para llegar a la zona más sensible del cuello de tu pareja. Recorre suavemente desde la mandíbula hasta la clavícula suavemente.
Pon atención en las reacciones de tu pareja, pues ella te dirá, con palabras o gestos, cuál es su punto débil.
Aumenta la intensidad
Una vez que las cosas hayan aumentado de intensidad, abre tu boca y permite que el interior húmedo de tus labios haga contacto con su piel.
Esto le provocará un cosquilleo gracias al calor de tu aliento. En este punto todavía no uses la lengua. Además, rodea su cuerpo con tus brazos para que el efecto de placer sea mayor.
Usa tu aliento
Humedece un poco el cuello de tu pareja con los labios, pero cuidado con la saliva. La idea es que el área quede preparada para que el calor de tu aliento llegue directo a la zona. Esto le dará mucho placer.
Lame suavemente
Atrás del cuello, casi en el hombro, es una de las zonas más sensibles del cuerpo humano. Lame desde la base y recorre hasta la oreja usando solo la punta de tu lengua, sin saliva.
Pasa por la zona de arriba hacia abajo como una suave caricia. Además, puedes intercalar con besos suaves con la boca cerrada para combinar el placer.
Explora la parte delantera de su cuello
De la oreja, baja lentamente hacia su mandíbula y levántala suavemente para explorar la parte delantera de su cuello. Recorre esta zona con tu lengua húmeda, pero sin sobrepasarte de saliva, la idea es que solo se sienta la humedad.
Succiona o muerde suavemente
Chupar el cuello brinda una de las mejores sensaciones y si combinas la técnica con mordiscos y pequeñas lamidas, la experiencia será más placentera.
Bajo ninguna circunstancia seas repetitiva, mezcla varios estilos para que la zona se estimule adecuadamente.
Los mordiscos serán tus mejores aliados. Sin embargo, debes ejercer una fuerza moderada. La idea es disfrutar del momento, no hacer chupetones.
Si por alguna razón esto falla, te dejamos un artículo en el que te explicaos cómo deshacerte de ellos:
Vuelve a la boca
Sube desde el cuello de tu pareja, siguiendo la línea de la mandíbula, con besos, lamidas y mordiscos hasta sus labios. Asegúrate de tomarte tu tiempo para que el movimiento sea lo más natural posible.
Recuerda que un beso en el cuello, ya sea inocente o cargado de pasión, solo se puede dar con la complicidad de tu persona especial. Si no los has probado, ¡puedes comenzar ahora!
Con información de Cosmopolitan, Enamorando.me, Bioguia y MDZ Online
Portada: Canva
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