Ángeles Cruz, actriz, directora de cine, mujer indígena y ganadora del premio Ariel 2019, desafía estereotipos en dicha industria.
La actriz ha logrado una gran trayectoria, pero no ha sido fácil, pues como mujer indígena y lesbiana ha tenido que enfrentarse al machismo y racismo.
Ángeles Cruz es originaria de Tlaxiaco, Oaxaca, pero luego de la muerte de su padre y problemas económicos, ella y su familia se mudaron a la capital del Estado, en donde estudiaba para ser ingeniera en Agronomía.
Sin embargo, gracias a que un maestro del Centro de Educación Artística que le aconsejó dedicarse al teatro, actualmente Ángeles Cruz es una de las directoras más prometedoras del cine mexicano contemporáneo, pues decidió entrar a la Escuela nacional de Arte Teatral en la Ciudad de México.
Así fue como Ángeles Cruz comenzó su formación en la actuación. La directora participó en diversos programas de televisión; no obstante, se dio cuenta que, debido a los estereotipos, a los únicos papeles a los que aspiraba eran a los de madre sufrida o delincuente.
Por lo anterior, decidió buscar suerte en el cine. Ángeles ha participado en filmes como La hija del puma de Åsa Faringer y Ulf Hultberg de 1994; Aro Tolbukhin de 2002; El violín de Francisco Vargas en 2005; La niña de David Riker en 2012; Tamara y la catarina de Lucía Carreras en 2016, entre otros.
A principios de 2010, Ángeles tuvo la inquietud de estar detrás de la cámara y realizó proyectos como La carta, Arcángel yLa tiricia o de cómo curar la tristeza, el cual se llevó La Palmita EFM del Tour de Cine Francés.
Años después, una charla familiar la hizo reflexionar que la cultura que la rodeaba era tan machista que ni siquiera se contemplaba la homosexualidad femenina, grupo al que ella pertenece.
En entrevista para Homosensual, señaló lo siguiente:
“Creo que en este momento el cine está haciendo mucho al respecto, pero ha estado fuera… hay muchas películas sobre homosexualismo masculino, pero no femenino”.
Precisamente, por esta razón, Ángeles produjo La carta (2014), el cual retrata la historia de una mujer indígena que regresa a su comunidad y se reencuentra con una amiga que le había escrito una carta de amor cuando se despidieron.
Es así, como a través del cine, Ángeles visibiliza un sector doblemente discriminado como son las culturas originarias y la diversidad de género.
Fuentes: Sopitas, Homosensual y Quién
Portada e interiores: Instagram/ Ángeles Cruz