Ya habíamos hablado de que los hombres no pueden ser feministas porque no han sido y jamás serán víctimas del sistema patriarcal en el que vivimos; sin embargo, eso no significa que no puedan ser aliados de la lucha por la equidad de género.
Ser aliado feminista puede ser un poco complicado, pues es difícil desprenderse de conductas que nos inculcaron desde pequeños. No obstante, se debe comenzar desde lo más trivial.
A continuación, te dejamos una lista de cosas sencillas que un hombre puede hacer para apoyar el feminismo:
Apoya en el 50 por ciento (o más) de los trabajos de casa
Haz siempre tu parte de trabajos domésticos, por voluntad propia, sin procrastinar, sin que te lo tengan que pedir. Sin poner excusas. Reconoce que los hábitos domésticos y las ideas sobre el trabajo doméstico no remunerado están muy marcados por el género y benefician inmensamente a los hombres. Acepta que es tu responsabilidad luchar contra eso.
Métete en los espacios en los que puedes usar tu masculinidad para interrumpir el machismo
En una charla entre amigos cuestiona a los hombres que hacen comentarios y bromas machistas y reflexionen sobre las masculinidades.
Si eres padre, comparte la responsabilidad al 50 por ciento
Divide las responsabilidades de manera que hagas por lo menos la mitad del trabajo y asegúrate de que está dividido de tal manera que tanto tú como tu pareja tengan una cantidad de tiempo similar también para jugar con tus pequeños.
Presta atención y cuestiona las situaciones informales en que se fuerzan roles de género
Por ejemplo, si estás en un evento familiar o una cena de fiesta con la familia y ves que solo las mujeres están preparando la comida, limpiando y encargándose de los bebés mientras que los hombres están socializando y disfrutando de la reunión, cambia la dinámica y pídele a los otros hombres que hagan lo mismo.
No ‘supervises’ la apariencia de las mujeres
A las mujeres se les enseña a seguir normas de belleza intensamente restrictivas desde que son niñas. No hagas o digas cosas que hacen a las mujeres sentirse que no están cumpliendo con esas normas o las presiones para que las cumplan.
Reflexiona sobre tu masculinidad
Acostúmbrate a tratar tu masculinidad como un privilegio involuntario en el que debes trabajar para ceder, en lugar de que la feminidad sea una desventaja involuntaria por la que las mujeres luchan para erradicarla.
Entiende que los piropos callejeros son una forma de machismo
La normalización de esta forma de violencia contra las mujeres es tal que incluso cuando alguien alza la voz expresando su rechazo ante estas manifestaciones, muchas veces se les señala como exageradas, haciéndolas víctimas de nuevas formas de acoso y violencia.
Asume responsabilidades en relación con el sexo
La anticoncepción es una tarea de ambos. No te quejes de tener que usar preservativos y recuerda que sexo siempre tiene que ser explícitamente consentido por ambas partes. Ten en cuenta que no es no.
Ser consciente de que tus opiniones y estereotipos son machistas no es suficiente, tienes que actuar desde lo más mínimo para cambiar.
Fuentes: gob.mx, mpdl.org y economiafeminita
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