El fuego cambió la vida de Lali Juárez y los tatuajes sanadores le devolvieron su esencia.
Hace diez años, Lali Juárez pasó por un momento muy difícil en su vida que tuvo en terapia intensiva en la cama de un hospital.
Un accidente provocó que el 30 por ciento de su cuerpo se quemara, estaba sola en su casa, se acercó a hacerse un té, cuando su sudadera de nylon se prendió.
‘Encendí la estufa y al instante estaba corriendo por el patio, gritando, con el saco todavía puesto y prendida fuego’, platicó en una entrevista para El Nueve.
¿Quién es Lali Juárez?
Lali Juárez es una joven de 28 años y está por graduarse como licenciada en Criminalística. Tiene fascinación por la grafología y desea trabajar en el ámbito judicial.
Por muchos años estuvo convencida de que la vida -como un espacio amable, fértil e interesante- se había acabado para ella, pero ahora tiene una nueva visión del futuro.
Asegura que no le gustaría volver a ser la que eras antes del accidente, pero por años le pesó dejar de verse ‘divina’ a convertirse en un ‘terrible monstruo’.
Entró al quirófano 33 veces para extraerle parches de piel sana y trasplantársela a las zonas quemadas. Cuando salió de terapia, pasó dos meses más internada.
Lali Juárez se tapaba la cabeza, la cara y parte del cuerpo, como las musulmanas. Dejó la escuela, se alejó de sus amigas y construyó una convicción:
“Nadie me va a querer así, me voy a quedar sola”.
Tatuajes sanadores: así cambiaron la vida de Lalí Juárez
Hace un año y medio, Lali Juárez estaba con una amiga cuando la madre de esta, mirando fotos en Instagram, pensó por primera vez en un tatuaje.
La amiga de Lali, además, se paró, buscó un fibrón negro y dibujó una flor naciendo de uno de los brazos quemados.
En la búsqueda que siguió encontró una campaña llamada tatuajes sanadores, un proyecto del estudio Mandinga Tattoo en el que tatúan a personas que sufrieron accidentes.
https://www.instagram.com/p/B_gVLCWFuZk/
Lali empezó a tatuarse con Eddie, que se atrevió a trabajar sobre sus cicatrices. Ante la pregunta de que cómo se animó a exponerme a un nuevo dolor ella responde:
“El dolor que sentí al hacer un tatuaje no es nada comparado con el que tuve al no poder mirarme al espejo durante diez años”.
Desde su cuenta de Instagram, donde tiene más de 80 mil seguidores, Lali Juárez intenta ayudar a otras personas que hayan sufrido accidentes como el de ella.
Con información de Infobae, El Nueve y ATV
Portada: Instagram @juarezlali
Interiores: Instagram @mandingatattoo y @juarezlali