La Ley Olimpia es un conjunto de reformas para sancionar penalmente a quienes divulguen material que viole la privacidad de una mujer.
La difusión de fotos y videos íntimos de una persona sin su consentimiento es violencia sexual y digital. En algunos estados de la república mexicana este tipo de acciones se considera un delito gracias a la Ley Olimpia.
El pasado 2 de abril, Alexis Rafael N se convirtió en el primer sujeto detenido en Yucatán derivado de la Ley Olimpia. Fue acusado de cometer actos de ‘extorsión simple y contra la intimidad sexual’.
Sin embargo, en Argentina el panorama es muy distinto y desalentador. En aquel país, las mujeres no reciben apoyo legal cuando son amenazadas con exponer contenido íntimo en el que ellas aparecen.
Como consecuencia, las víctimas comienzan a experimentar lo que ellas catalogan como ‘un verdadero infierno’. La tortura y ‘la vergüenza’ a la que son sometidas ‘es tan grande’ que algunas optan por quitarse la vida.
Olimpia y Belén, aunque no se conocieron en persona, tuvieron algo en común: sufrieron violencia digital. Probablemente, Belén haya escuchado la historia de Olimpia, pero eso no lo sabremos porque la argentina decidió suicidarse.
Seguramente, hay muchas historias alrededor del mundo como la de estas dos féminas, que aún no han sido contadas. Por eso las mujeres de Argentina piden a las autoridades castigar a todo aquel que difunda contenido sexual sin autorización.
¿Qué es la Ley Olimpia?
La violencia digital, violencia de género, violación a la intimidad son actos que merecen un castigo gracias a la Ley Olimpia. En 2018, los congresos de Puebla, Ciudad de México y Yucatán fueron los primeros en sancionar este tipo de acciones.
“Se reformó el artículo seis de la ley para establecer que la violencia digital son aquellos actos de acoso, hostigamiento, amenazas, insultos, vulneración de datos e información privada, divulgación de información apócrifa y mensajes de odio”.
Se llama Ley Olimpia en honor a Olimpia Coral, originaria de Huauchinango, Puebla.
Cuando Olimpia tenía 18 años, su vida dio un giro de 180 grados. En ese entonces, quien era su novio y ella se grabaron teniendo relaciones sexuales. El rostro del sujeto nunca apareció a cuadro, el de ella sí.
Tiempo después, el material fue compartido ‘sin escrúpulos’. La difusión fue tan grande que Olimpia comenzó a ser llamada ‘la gordibuena de Huauchinango’.
El video también apareció en páginas pornográficas. En su momento, los operadores de estos sitios le exigieron dinero a Coral a cambio de borrar la grabación. Tras la viralización del contenido su novio la abandonó ‘por vergüenza’.
Olimpia se encerró en su casa por ocho meses. Intentó suicidarse en tres ocasiones. De acuerdo con su testimonio, ‘lo peor llegó’ cuando su mamá se enteró de que todo el pueblo la había visto teniendo sexo.
Su madre, originaria de una comunidad indígena, la miró a los ojos y le dijo:
“Todas cogemos. Tu prima, tu hermana, yo. La diferencia es que a tí te ven hacerlo. Eso no te hace una mala persona o una delincuente. Sólo disfrutaste tu vida sexual como lo hace cualquier persona. Vergüenza sería que hubieras robado o matado”.
En ese momento, Olimpia entendió que la culpa no era suya y fue al ministerio público a denunciar. Sin embargo, no existía ninguna ley que la amparara. Por ello, redactó una reforma que presentó en Palacio Municipal de Puebla en 2014.
En diciembre de 2018, el Congreso de Puebla aprobó reformas al Código Penal para castigar con tres a seis años de cárcel a quien difunda contenido sexual sin consentimiento de los involucrados.
Belén San Román: el caso de pornovenganza que sacudió a Argentina
Un caso similar al de Olimpia ocurrió en Argentina; allá la víctima se llamaba Belén San Román.
Belén era agente de Policía Bonaerense de la ciudad de Bragado. Su pareja compartió fotos y videos íntimos de la mujer sin su consentimiento.
La argentina no aguantó la situación y terminó dándose un disparo en la cabeza. Su agonía duró cinco días hasta que murió en el hospital municipal de su ciudad de origen.
Los hechos ocurrieron en noviembre de 2020, cuando ella tenía apenas 26 años. Era madre de dos niñas, quienes ahora reclaman a los diputados que se apruebe la ley contra la ‘pornovenganza’.
Jorge San Román, padre de la víctima, escribió en Facebook:
“Que la muerte de Belén y otras Belén no sean impunes. Que la celeridad prime por sobre lo conveniente, la violencia machista en distintas modalidades MATA” [sic].
Por su parte, Graciela Álvarez, mamá de Belén, denunció en redes sociales:
“Tobías Villarruel de la ciudad de Chivilcoy, el que viralizó fotos y videos de mi hija, hostigándola y amenazándola, hizo que ella termine con su vida. Tan culpable esta lacra, como todos aquellos que viralizaron. El ser humano es la peor de las especies en este mundo enfermo. Ojalá sus sucias conciencias no los dejen vivir en paz” [sic].
Desde ese entonces, los familiares de Belén e integrantes de colectivas feministas piden incorporar como delito ‘la difusión no consentida de contenidos sexuales íntimos’. La pena de estos actos podría pagarse con tres u ocho años de cárcel.
Celeste González: la lucha para promover la Ley Olimpia en Argentina
Celeste González, instructora de la Educación Sexual Integral, es quién está luchando por promover la Ley Olimpia en Argentina. En change.org, aseguró que las plataformas digitales están siendo utilizadas para dañar a mujeres de todas las edades.
“Se debe realizar una reforma integral, con la cual se visibilice la violencia digital por razones de género, al establecer dentro de las modalidades de violencia cuando sea hacia las mujeres” [sic]
Además agregó:
“Es importante definir en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la república Argentina, la modalidad de violencia digital, como cualquier acto que se presenta a través de redes sociales o correo electrónico, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, económico o sexual” [sic].
Celeste compartió para Mujer México que ha sido víctima de amenazas por promover la Ley Olimpia en Argentina. Sin embargo, recalcó que no parará por hacer que la difusión de contenido íntimo sin autorización sea tipificado como delito.
“Yo como actriz erótica estoy acostumbrada a que viralicen contenido, no es algo que me afecte mentalmente como sí afecta a una chica que no está acostumbrada y que el novio, un ex, un amigo o un compañero de trabajo decide hacer circular todos sus contenidos íntimos y una chica sí se puede ver sumida en una depresión profunda” [sic]
Asimismo, nos compartió cuales son algunas de las consecuencias de compartir videos y fotos sin consentimiento:
“(El acto desencadena) un montón de intentos de suicidio, porque la violencia digital mata”.
Para tratar de hacer posible la Ley Olimpia en Argentina, Celeste ha permanecido en constante comunicación con la diputada Alessandra Rojo de la Vega.
Finalmente, pidió el apoyo de todas y todos en México y Argentina, para que su proyecto de ley sea una realidad. Si estás a favor de su iniciativa y quieres unirte a la causa, DA CLIC AQUÍ y firma la petición.
Con información de Infobae, Milenio y change.org
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