El slut shaming no solo es una forma de denigrar a otras mujeres, sino también es una forma de violencia de género. Te contamos por qué debemos eliminarlo ¡ya!
Al hablar de misoginia y violencia de género, lo primero que se nos viene a la mente es que los hombres son los culpables. Sin embargo, no siempre es así y por ello te hablaremos del slut shaming.
Este concepto se refiere a una conducta practicada por varones y mujeres por igual.
Además, las féminas no estamos exentas de agraviar a nuestras pares utilizando un lenguaje sexual degradante.
Para algunos expertos, esto se explica debido a que la gran mayoría crecimos con miedo de llevarle la contraria a los hombres. Por ello, en lugar de expresar diferentes opiniones a las suyas, nos unimos a su narrativa.
Esto es muy común, principalmente en lo que respecta al slut shaming.
¿Qué es el slut shaming?
Si no conoces este concepto, debes saber que slut shaming literalmente se traduce como ‘vergüenza de zorra’. En España, este término equivale a ‘tildar de prostituta’.
Una de las definiciones más completas de este neologismo fue publicada por El Mundo:
“Palabras utilizadas para avergonzar a otra persona por alguna conducta sexual considerada reprobable. Algunas feministas también lo utilizan para referirse al acoso o a la violencia de género”
En concreto, el slut shaming es el acto de juzgar a las mujeres por cómo se visten o por la forma en que disfrutan de su vida sexual y no es nuevo.
Sin embargo, este término se popularizó con el auge de las redes sociales. Muchas mujeres, sean figuras públicas o no, comenzaron a compartir fotos con prendas y poses que, al parecer de muchos, son sugerentes.
Cuestionar la integridad de quienes publicaban contenido de ese tipo se volvió una constante en redes sociales.
El hecho de que el concepto de slut shaming se pusiera de moda, permitió evidenciar que es una conducta extremadamente nociva para la sociedad.
¿Cómo afecta a las mujeres el slut shaming?
Si piensas que el slut shaming afecta solo a las mujeres que comparten fotos sexis o se visten usando atuendos sensuales, te equivocas.
Una mujer promedio puede ser víctima de esta conducta incluso si todavía ni siquiera entra a la pubertad y su cuerpo no ha comenzado a desarrollarse.
En las escuelas es muy común escuchar que una niña se refiere a otra como zorra o golfa solo porque el chico que le gusta pretende a aquella. Es decir, forma parte de un discurso de odio.
Prácticamente después de la secundaria, si no es que desde la primaria, el slut shaming está presente en la vida de las mujeres por varias razones: por ser bonitas, ser sociables, tener ‘muchos’ novios o pretendientes, y un extenso etcétera.
Lo que es sorprendente es que las groserías por lo regular se relacionan con personas vulgares e incluso de bajo estrato social.
Sin embargo, pareciera que existe un consenso general respecto al uso de palabras ofensivas y denigrantes hacia las mujeres como ‘perra’, ‘zorra’, ‘puta’ u otros sinónimos. Si las usas, no importa qué edad tengas, es aceptable e incluso no faltará quien te respalde y lo replique.
De esta manera, solo hace falta que alguien diga que ‘eres una golfa’ para que otros lo hagan.
No obstante, el slut shaming tiene consecuencias que van más allá una ofensa. También es un tipo de violencia de género que tiene consecuencias graves.
Slut shaming y violencia de género
La violación es uno de los crímenes más aberrantes de la sociedad. Sin embargo, hay quienes no dudan en aplicar el slut shaming a las víctimas de este ilícito.
‘Le pasó por puta’ es uno de los comentarios que más se pueden encontrar en casos de abuso sexual e incluso violación grupal.
Antes de señalar a los agresores, se cuestiona a la víctima. Se hace una revisión exhaustiva en su ‘pasado sexual’, aficiones y conductas. Pareciera que se busca crear un perfil de la agraviada para terminar concluyendo que ‘ella se lo buscó’.
Es así como el slut shaming se utiliza para culpar a una mujer de la violencia machista, incluso en las instituciones de procuración de justicia.
El acoso, el abuso sexual, la violación y hasta el feminicidio se toleran bajo la premisa de que una fémina se lo buscó. Ya sea por su forma de vestir, actuar o ser.
¿Cómo combatir el slut shaming?
El slut shaming es una conducta en la que incurrimos mujeres y hombres por igual. Aunque forma parte de nuestra cultura, existen formas de cambiarla:
Cuestiónate
Pese a la Ley Olimpia, muchas personas culpan a las mujeres cuyas fotos íntimas son difundidas por sus parejas o exparejas. Por lo general, el argumento es que nunca debieron enviarlas en primer lugar.
Incluso, no falta quien asegure ‘yo nunca haría algo así’ para creer que solo por eso tiene el derecho de juzgar lo que hacen los demás. Si eres una de ellas, pregúntate si es válido que una persona traicione tu confianza.
Analiza lo que dices
Muchos aseguran que las mujeres usan ropa corta o escotada para llamar la atención de los hombres.
Sin embargo, ¿crees realmente que alguien realmente invertiría todo su dinero y energía en encontrar algo que le guste a alguien más? ¿No existe la posibilidad de que simplemente haya elegido un outfit solo porque le encantó cómo luce su cuerpo en él?
Si te detienes a pensar por un momento, tal vez te des cuenta de que sintió la misma emoción que tú al vestirte, mientras ella se probaba lo que lleva puesto antes de salir de casa.
Cambia el chip sobre el sexo
Actualmente, las mujeres pueden hacer todo lo que los hombres. Incluso, no falta quien cuestione las marchas feministas asegurando que no hay una sola garantía individual que ellos tengan y ellas no.
Este principio también se debe aplicar en lo que se refiere al sexo. Los varones no son los únicos que tienen el derecho a explorar y disfrutar de su sexualidad, ¿o sí?
No calles
Cuando escuchamos a otras personas aplicar el slut shaming y estamos de acuerdo, no solo lo respaldamos, sino también lo complementamos con nuestro propio odio. Sin embargo, cuando no estamos de acuerdo pocas veces levantamos la voz.
Recuerda que el que calla otorga y permitir que una persona denigre a una mujer con palabras ofensivas es una forma de hacerle creer que está bien. Recuerda lo que dijo Tina Fey en la película Chicas pesadas:
“Tienen que dejar de llamarse zorras y golfas entre ustedes. Eso hace que esté bien que los chicos las llamen de esa manera”.
Con información de Cosmopolitan, Teen Vogue, Time, Noise Mag y Enfemenino
Portada: Mujer México
Interiores: Instagram @shamingslut @projectstopslutshaming y Twitter @excitante_es @Papel_EM
No te vayas sin leer: