Parece que en la antigua historia los aportes más importantes de la ciencia los hicieron los hombres; sin embargo, también existieron mujeres brillantes, las cuales también merecen ser reconocidas, tal es el caso de Aspasia de Mileto, quien incluso fue maestra de Sócrates.
Aspasia fue atacada y ridiculizada por su inteligencia y sus ideas avanzadas. Fue filósofa, científica y maestra de oratoria, pero se desconoce su fecha de nacimiento y muerte, así como otros detalles de su vida, pues quienes documentaron su existencia, solo lo hicieron para hablar de ella como esposa de un hombre.
La vida de Aspasia sigue siendo un misterio, se sabe que nació alrededor del año 470 a.C. en una familia adinerada de Mileto, desde muy joven recibió una buena educación, ya que tanto los niños como las niñas de las ciudades jónicas, como la suya, iban a la escuela pública y aprendían en igualdad de condiciones.
Aspasia se sumergió de lleno en la lectura de poetas y filósofos, especialmente en la de Pitágoras, de quien aprendió sobre el perfecto orden del cosmos. La joven destacó entre todos sus compañeros por su gran sabiduría y también por su belleza.
La mujer jamás fue reconocida por sus aportes o conocimiento, aunque destacaba por su condición social, pues era considerada una hetaria, que era una clase de prostitutas distinguidas, única condición social que, siendo mujer en la Grecia clásica, le garantizaba la misma independencia económica, prestigio social, acceso a la educación e igualdad de derechos que tenían los hombres, para los que desempeñaba funciones de artista, contertulia y acompañante.
Las hetarias solía atender a un solo cliente distinguido en exclusiva durante largos períodos de tiempo; en estas atenciones, prevalecía la sabiduría por delante de la satisfacción sexual, para la que ya existía otro tipo de ‘servicio’, que es con la que haría negocio y la que le llenaría las arcas.
Cuando tenía apenas 20 años, Plutarco definió como una ‘mujer sabia y astuta’. En el año 420, se trasladó a Atenas, en donde fundó una escuela de filosofía y declamación para jóvenes, a la que llegaron a asistir personalidades como Sócrates y Eurípides.
Gracias a su creciente fama, Pericles acudió a su academia para escucharla; quedó tan cautivado que se divorció de su esposa para vivir una vida pública con Aspasia.
Muchos conservadores y celosos de su poder e influencia, la criticaron y se vio inmersa en intrigas políticas al ser acusada de ser quien movía los hilos en la toma las decisiones de estado de Pericles.
También fue enjuiciada por corrupción, impiedad y otros delitos, de los que salió impune.
Tras la muerte de Pericles, Aspasia pasó a ser la pareja del político ateniense Lisicles, con el que tuvo un hijo. Sin embargo, cuando su segundo esposo falleció, se le perdió definitivamente la pista.
Lo único que se sabe es que se retiró de la vida pública y se instaló en el campo, donde fundó la Academia de Elocuencia y Arte Amatorio.
Fuentes: Malvestida, El Español y apocatástasis
Portada: Twitter @suloglez