Sobre el icónico Paseo de la Reforma en CDMX se encontrará una nueva escultura, se trata de la réplica de La Joven Amajac.
La Ciudad de México se prepara para recibir una nueva estatua en Paseo de la Reforma. Se trata de la réplica de la escultura de la Joven Amajac, un hallazgo arqueológico milenario que representa a una gobernante huasteca.
La Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) ha comenzado los preparativos para instalar este nuevo monumento en un jardín frente a la Glorieta de las Mujeres que Luchan, conocida anteriormente como exglorieta de Colón.
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El Gobierno de la Ciudad de México propuso inicialmente reemplazar el monumento a Colón por una escultura de una mujer indígena creada por el artista Pedro Reyes. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por los pueblos originarios, quienes argumentaron que no se les consultó en la elección de la figura.
Las mujeres que luchan también se opusieron a la idea, defendiendo que el espacio permaneciera disponible para la antimonumenta.
Tanto la antimonumenta como la Glorieta de las Mujeres que Luchan permanecerán intactas.
El gobierno de la Ciudad de México ha dejado claro que no se afectará este espacio que ha sido utilizado por diversas colectivas feministas y que se ha convertido en un símbolo de lucha y visibilización de la violencia de género.
En cuanto al antiguo monumento a Colón, se ha anunciado que será trasladado al Museo del Virreinato, ubicado en Tepotzotlán, Estado de México. Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, afirmó que el basamento también será trasladado, ya que forma parte integral del monumento.
La historia de La Joven Amajac
La historia de la Joven de Amajac es fascinante. La escultura original fue descubierta el 1 de enero de 2021 en un campo de naranjas y limones en Veracruz.
Tras un análisis realizado por antropólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se determinó que la figura data de entre los años 1450 y 1521, antes de la llegada de los españoles a América.
La escultura representa a una mujer gobernante y aristócrata de una comunidad huasteca, y sus características físicas indican su estatus y posición de poder.
La elección de la Joven de Amajac como figura a ser homenajeada ha generado polémica debido a la cercanía de su ubicación con el monumento a Cristóbal Colón.
El retiro de este último en 2020 fue resultado de las demandas de los pueblos originarios, quienes consideran a Colón como un genocida.
En respuesta, el Frente Amplio de Mujeres que Luchan se apropió del espacio y lo transformó en un lugar de memoria y resistencia, colocando la Antimonumenta de Justicia y un memorial a las víctimas de desaparición.
El Hallazgo
La escultura original fue localizada el 1 de enero de enero de 2021 en un campo de naranjas y limones perteneciente a una familia de Veracruz.
Tras su descubrimiento, antropólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinaron que la figura data de entre los años 1450 y 1521, es decir, antes de la conquista.
La decisión de colocar la estatua de la Joven Amajac cerca de la Antimonumenta de Justicia ha generado cierta controversia.
Ambas obras buscan rendir homenaje a las mujeres y destacar su importancia en la historia y la sociedad, pero también se sitúan en un espacio antes dedicado a la memoria de un polémico colonizador.
La ubicación final de la estatua será en un jardín frente a la Glorieta de las Mujeres que Luchan, entre las calles de Versalles y Morelos.
Los trabajos para su instalación comenzaron el 21 de junio y se estima que estarán terminados en unas cuatro o cinco semanas, posiblemente a fines de julio.
Escultura de La Joven Amajac
En medio de esta controversia, se planteó la opción de colocar la escultura de la Joven Amajac en una zona cercana a la Glorieta de las Mujeres que Luchan, como una forma de convivencia entre ambas obras.
Aunque no se llegó a un acuerdo definitivo, la decisión final fue ubicar la réplica en el jardín frente a la Glorieta.
La escultura representa a una joven mujer de pie, con características faciales detalladas como los ojos ahuecados, nariz mediana y recta, y boca abierta. Lleva un tocado alto con gorro y adornos de círculos y plumas, así como un collar largo con un adorno en forma de gota.
Su torso está desnudo, con los brazos pegados a los costados y las manos extendidas sobre el abdomen. Viste una falda larga y muestra sus pies desnudos con barras verticales a manera de dedos. La escultura presenta rastros de pintura roja y posiblemente chapopote en algunas áreas.
Pese a que genera debates y opiniones encontradas, su presencia en un espacio emblemático como este abre la puerta a reflexiones sobre la historia, la memoria colectiva y la revalorización de las mujeres en la sociedad.
