Hay muchas lecciones que nos dejó 2020 y la pandemia, desde económicas y educativas hasta tecnológicas y de organización social
Un año más se va y vaya que no fue lo que esperábamos. De hecho, al principio de 2020 muchos internautas bromeaban con una posible tercera guerra mundial, pero cuando llegó la pandemia, el murmullo citadino enmudeció y todos nos volvimos presos de nuestros hogares y pensamientos.
Muchos de nosotros estamos esperando despedir el año viejo y darle la bienvenida a una nueva era, pero, ¿qué nos depara en 2021?, ¿cuánto más se extenderá la nueva normalidad?, ¿nos adaptaremos o nos rebelaremos en contra de nuestra realidad?
Una de las mayores lecciones que nos dejó la pandemia y 2020 fue la virtualización obligada —para unos más que otros—. Me refiero a que seguramente ayudaste a tus abuelitos o gente mayor a digitalizarse; es decir, con el uso del celular y la tecnología en general para pedir despensa a domicilio o tener a su alcance otros servicios necesarios durante el aislamiento.
La tecnología no solamente se volvió necesaria en el entorno familiar; de hecho, en el trabajo y en la educación cobró preponderancia. Los empleados hicieron lo mismo de siempre, pero esta vez desde sus casas al igual que los estudiantes. Adaptamos los cuartos y salas en espacios de estudio y trabajo para poder continuar con nuestras vidas.
Esto provocará que muchas empresas cuestionen sus gastos de renta y piensen si es necesario pagar por un piso en un edificio porque la productividad puede mejorar a distancia, como lo demostró un estudio en China. En 2015, los empleados de un call center que comenzaron a laborar en modo home office incrementaron 13 por ciento de su rendimiento, el 9 por ciento trabajaron más minutos por turno y el 4 por ciento gestionaron más llamadas por minuto.
Quizá se trate de explotación laboral, pero desde mi perspectiva, ahorrarte el gasto en tiempo y dinero de transportarte y de comprar comida rápida de vez en cuando porque no cocinaste es invaluable, así como acariciar a tus perritos mientras estás trabajando. Está demostrado que acariciar a tus mascotas reduce el estrés, según la Universidad del Estado de Washington.
Asimismo, será una complicada adaptación para el ámbito educativo, pues ahora los estudiantes pueden elegir estudiar en cualquier universidad sin los gastos de un hospedaje, cosa que desde antes se podía, pero no en todas las instituciones y la pandemia hizo que hasta las mejores comenzaran a sacar cursos, diplomados, carreras y posgrados en línea. ¿Querrán regresar a clases los jóvenes por el simple hecho de socializar? Probablemente, los padres y madres de niños sí los enviarán a las aulas de regreso en cuanto puedan porque ya notaron lo difícil que resulta la enseñanza a distancia y el privarse de sus actividades o trabajo por cuidarlos, lo que también se traduce en una pérdida de ingresos, pero, ¿los adolescentes con tantas posibilidades por delante, optarán por volver a dónde estaban?
La virtualización llegó para quedarse y eso puede verse porque no colapsaron los servicios digitales durante el aislamiento —lo que no pasó con los Servicios de Salud, que no estaban estructurados para soportar una contingencia sanitaria como la que vivimos—.
Es sorprendente ver cómo aumentaron —y lo seguirán haciendo— las apps de videollamadas, cobros virtuales y los envíos a domicilio. Por otra parte, esto también nos hizo notar cómo pierde relevancia el dinero en efectivo que, para evitar contagios, la gente dejó de recibir y dar.
Más lecciones de pandemia
Otra increíble lección que nos dejó 2020 y la pandemia es el respiro que tuvo el medioambiente sin nosotros. Desde playas más cristalinas hasta un cielo más despejado fue el resultado de mantenernos en nuestras casas. Esto nos hace pensar cuánto podemos contribuir aún con el planeta y que los problemas ecológicos a nivel global aún tienen solución.
Probablemente otra de las consecuencias de la pandemia será el incremento de robots en las fábricas de grandes empresas. Muchos importantes ejecutivos ya notaron la ventaja de estos androides sobre los humanos, pues no se enferman ni tampoco protestan, y seguramente seguirán reemplazándonos.
Ni hablar del boom poblacional que se viene porque las parejas tuvieron que quedarse en aislamiento o del aumento en los índices de violencia intrafamiliar por lo mismo. Tan solo en México incrementó el 81 por ciento, según la Red de Refugios Nacionales A. C.
O qué tal la capacidad de movilización y poderío militar que tuvieron algunos países como China para mantener a la gente dentro de sus hogares. De hecho, mucha gente se asombra por la rápida recuperación económica que vive esta nación asiática —donde paradójicamente inició la propagación del virus—, pero va más adelantada que otros países primermundistas de Europa y Estados Unidos.
La importancia de la ciencia y la manera de viajar son temas ligados a esta pandemia, así como la discriminación que se mantiene firme, aún en momentos críticos como los que pasamos en los que deberíamos estar más unidos, pero casos como el de George Floyd o el simple hecho de que Trump llame a la COVID-19 el ‘virus chino’ nos demuestran que las diferencias raciales y sociales permanecen.
Aunque intenté hacer un resumen de todos los ámbitos y las lecciones que nos dejó 2020 y la pandemia, creo que me falta más por analizar. A pesar de que no quiero sonar negativa, es bueno no encerrarse en uno mismo y pensar: ¿qué provocará la alta tasa de índice de desempleo?, con un cuarto de la población sin trabajo, ¿qué pasará?, ¿el alto costo psicológico y mental de la pandemia seguirá aumentando?
Lejos estamos de volver a la normalidad que conocíamos y experimentábamos hasta hace nueve meses. Llevamos incubando a la COVID-19, cuales nodrizas, pero aún no podemos expulsarlo. Este hijo no deseado se llevó casi un año de nuestras vidas que siguieron su curso, pero no el que esperábamos, ¿hasta cuándo permanecerá así?
La pandemia no acabará en 2021. Como podemos leer, son varias las consecuencias y cambios que deja a su paso este suceso y esa es mi conclusión. Incluso, para mí todo esto representaría una nueva oportunidad para la sociedad, si sabemos tomar las decisiones correctas, de lo contrario también podría ser la caída de un imperio, el imperio humano, todo dependerá de cómo reaccionemos y las transformaciones que haya más adelante.
Pd. Sé que estuve muy seria, amixes, pero de vez en cuando me gusta tomarme shots de realidad. Hasta la prócsima.
Este texto fue publicado originalmente en El Diario de Finanzas.