‘Si yo me hubiera enterado de esto, si yo hubiera cuestionado el amor romántico, quizás mi vida hubiera sido otra’, reflexiona Vanessa Pizano, activista que busca fomentar el feminismo en las niñas de Puebla y Tlaxcala.
Vanessa, en colaboración de otras chicas, organizan festivales feministas para niñas, en los que se realizan actividades culturales y educativas para hablar de temas como los derechos de las mujeres y la equidad de género.
A través de la página Las Sonrisas de Belém, Vanessa no solo invita a las madres e hijas a involucrarse en el movimiento, también comparte artículos de información que ayudan a conocer más del tema.
En entrevista para Mujer México, la activista refiere que inició este proyecto luego de vivir una situación de violencia con su pareja.
Vanessa, licenciada en Negocios Internacionales y madre de dos hijos, denunció ante las autoridades la situación que vivía y tras un duro proceso, hoy se encuentra mejor, pero sabe que su historia pudo ser distinta si la hubieran educado en el feminismo.
Tras esta experiencia, decidió crear la página en Facebook con la intención de compartir información y convocar a actividades para que las mujeres, desde niñas, se dieran cuenta de sus derechos y rompieran con los estereotipos del patriarcado:
“Cuando estuve en terapia psicológica para trabajar la violencia que había vivido, trabajé sobre mi infancia, ahí me di cuenta que, si yo me hubiera enterado de cosas de las que ahora me doy cuenta y que eran de feminismo, si hubiera cuestionado el amor romántico, quizás mi vida hubiera sido otra. Y yo dije: ‘esto debe estar al alcance de las niñas’”.
La tarea no es fácil, pues el dinero para organizar los festivales sale de la propia Vanessa y de las mujeres que desean colaborar con ella de forma voluntaria, aunque la activista subraya que lo más importante es abrirse al diálogo sin importar los recursos.
Sin embargo, puede ser que lo más complicado sean las formas de abordar los temas con las menores.
Vanessa explica que los talleres y actividades no tratan de dar las definiciones de conceptos del feminismo o de cómo ser feminista. Se trata más bien de un espacio para compartir y para que las niñas tengan referentes de mujeres exitosas que rompen con ideas de que el sexo femenino puede o no realizar ciertas actividades, reflexionar y reconocer la diversidad de las chicas.
Aunque los eventos están planeados para niñas, no excluye a los niños y adultos que quieran participar.
De hecho, la activista refiere que el proyecto ha ido evolucionado, pues incluso se han reunido con agrupaciones de hombres que reflexionan sobre la masculinidad para que, entre ambos, organicen talleres. De esta forma, dan la libertad a los pequeños de elegir a qué actividad quieren unirse y aprender de ambos géneros.
Entre las actividades que destacan está la colaboración de Sandra Titiritera Reyes, quien además de participar con Vanessa, tiene una asociación cultural que fomenta el arte y de esta forma busca sensibilizar a niños y niñas con temas de género.
Sandra explica que desde joven hizo conciencia sobre la desigualdad y violencia que viven las mujeres, pues en su formación como actriz sufrió acoso por parte de un compañero y en general, se dio cuenta de que los hombres tenía privilegios.
Por lo anterior, al convertirse en madre reafirmó su pensamiento feminista y ahora busca que a partir del discurso de la obra pueda empoderar e informar a las niñas.
La actriz hace hincapié en que en la asociación Títeres A Escena Teatro, la cual está conformada por ella y un compañero, trata de hacer historias que aborden situaciones cotidianas que les pasa a los niños y niñas para que reflexionen sobre los roles que tradicionalmente se les imponen.
Para Sandra es importante plantear situaciones reales, pues señala que, aunque son niños, no significa que se deban tratar temas ‘ñoños’:
“Nosotros queremos plantearles problemáticas que ellos y ellas viven para que se vean reflejados y tomen lo que puedan tomar… sabemos que con una obra no cambiará su forma de pensar, pero a lo mejor solo una niña de los 200 que vieron la obra puede reflexionar”.
Sandra comenta que es difícil abordar algunos temas y para que los pequeños cambien ciertas conductas que generan violencia, los papás y mamás deben involucrase también en estas actividades y sobre todo informarse.
Sandra, al igual que Vanessa, ha tenido que trabajar en estos temas por iniciativa propia e incluso llevarlos a comunidades rurales, zonas, en las que subraya, están aisladas del arte e información con perspectiva de género.
Titiritera Reyes es contundente al decir que a las autoridades y a la iniciativa privada no les interesa esta problemática:
“A ellos les convine que nosotras seamos productoras de material y para tener hijos y que ellos sean trabajadores, no les conviene. No hay un interés real, por eso la iniciativa debe salir desde la sociedad e ir poco a poco concientizando y exigiendo” [sic].
Sandra y Vanessa coinciden en que las mujeres han sido desplazadas de los espacios públicos debido a la inseguridad, por ello el trabajo de estas activistas es importante, ya que a través del arte y la educación se toman nuevamente estos lugares para fomentar valores y tocar temas de equidad de género.
Fotos: Las Sonrisas de Belém y Títeres A Escena Teatro