Paula Roca, acreedora del Premio Nacional de Periodismo en 2016 por su labor informativa y promoción al arte, narra su historia sobre su ingreso a los medios de comunicación como la segunda mejor experiencia de su vida. La primera, señala, es haberse convertido en mamá a los 47 años a través de una fecundación in vitro.
La exconductora de Azteca Opinión y de Un Minuto con el Arte menciona que antes de entrar a la televisión llevaba una vida cómoda, con un buen empleo, viajes, una carrera en relaciones públicas y todo lo que comúnmente esperan los padres de sus hijos al llegar a una edad adulta.
En 2003, Paula tomó un taller en TV Azteca; sin embargo, no se animó a tocar puertas en la televisora debido a que en ese momento priorizó su estabilidad económica.
Un par de años después, Paula se dio cuenta de que quería algo más y no se refería a cuestiones materiales:
“Había algo en mí que decía ‘no estoy viviendo de mi trabajo, sino estoy trabajando para vivir’ y yo quería un trabajo del que viviera y que lo disfrutara” [sic].
Fue así que reconoció que desde hace tiempo tenía la ‘espinita’ de ser reportera de TV Azteca y, pese a que tenía una vida estable y uno que otro miedo a renunciar a eso, pidió empleo en El Ajusco.
Sobrevivir a una selva
Paula Roca renunció a la mercadotecnia para entrar en el mundo de los medios de información.
Una vez adentro, confiesa a Mujer México que tuvo que sobrevivir a una selva, pues no solo había renunciado al 80 por ciento del dinero que antes ganaba, sino que también se enfrentó a estereotipos de género, lucha de egos y desgastantes noches de desvelo.
Sin embargo, Paula trabajaba en lo que le gustaba; escribir notas, investigar, salir a cuadro, realizar entrevistas y todo eso hacía que lo demás valiera la pena.
En ese sentido, recuerda que, como mujer, desenvolverse en los medios de comunicación es doblemente complicado, pues debía lidiar con los estereotipos de belleza.
En una ocasión fue movida de puesto e insultada porque se cortó el cabello hasta los hombros:
“Mónica Soto Salmón estaba haciendo un movimiento de cortarse la trenza y donarla a los niños con cáncer y me corté el pelo para donarlo. Llegué ‘pelona’ a noticias y no les importó que lo hice por una buena causa, me sacaron de ventas. El director de información me dijo ‘sabes qué, ya no puedes estar en ventas porque te ves gorda y fea con ese pelo’”.
Paula no se tomó a pecho el comentario, buscó a un buen estilista y se cortó aún más el cabello; sabía que su imagen física no interfería con su intelecto. De hecho, comenta que sacó provecho de la situación, pues como ‘castigo’ la pasaron a la barra política, área que le permitiría hacer nuevas cosas y ser galardonada en el Certamen Internacional de Periodismo 2016.
En 2016, Paula Roca fue reconocida por sus cápsulas Un minuto con el arte, segmento de difusión cultural que captaba la plástica y la estética en apenas sesenta segundos y que atrapó no solo al televidente, sino al jurado de El Club de Periodistas de México.
A los 47 años me embaracé y ¡esa es la mejor historia de mi vida!
Con sumo entusiasmo, Paula Roca señala que haberse convertido en mamá le dio un giro a su vida y que, pese a los miedos, ha sido una de las mejores decisiones de su vida.
Paula Roca detalla que dedicó buena parte de su vida a su carrera profesional, con lo que se siente satisfecha y aunque ha tenido parejas sentimentales, tener un bebé en esos momentos, por una u otra razón, simplemente no ocurrió.
Tras poner una pausa a su carrera, dos inseminaciones artificiales que no ‘pegaron’ y congelar sus óvulos, a sus 47 años y en menos de tres días, decidió someterse a una fecundación in vitro.
Seis años después de haber congelado sus óvulos, Paula recibió una llamada del médico, quien le advirtió que, si ese año no intentaban la fecundación in vitro, hacerlo más tarde pondría en riesgo su salud y la del bebé.
Con un fuerte deseo de ser mamá, Paula recurrió a su madre para pedirle que la acompañara en el proceso, pues estaba segura de que no podía dejar pasar más tiempo:
“Se me llenaron los ojos de lágrimas porque yo siempre decía ‘más que ser esposa, quiero ser mamá’”.
Sin duda, Paula sabía que existía una gran posibilidad de no quedar embarazada, pero aun así buscó a la pareja con la que salía, le explicó la situación y tras la inseminación se separaron en los mejores términos.
Paula platica con una gran sonrisa que para ella fue grandioso saber que sí ‘pegó’, ¡que estaba embarazada!
Como mamá soltera por convicción, decidió ser discreta con la noticia; no quería estresarse con comentarios negativos e hizo público que tendría un bebé cuando ya no podía ocultar su pancita.
Actualmente, Macarena tiene año y medio, y ella y Paula están completamente sanas y felices.
No obstante, la comunicadora confiesa que como mamá primeriza ha sido complicado, pues se ha vuelto una ‘loba’.
Paula explica que en muchas ocasiones siente la necesidad se sobreproteger a su bebé. Imagina los peores escenarios e intenta buscarles solución, algo que, con el estrés de la cuarentena, sus labores en casa y las clases de la maestría que está cursando, la tiene con los pelos de punta.
No obstante, sobrelleva la situación con el apoyo de su madre y tomando terapia.
¿Qué sigue?
Como todos, Paula ansía que la cuarentena termine, pues tiene varios proyectos en puerta. Nos adelantó que está escribiendo un libro en el que narra algunas anécdotas de su carrera como reportera en TV Azteca y el acoso que sufrió por parte de una de sus exparejas.
Además, está en negociaciones para regresar a radio en un programa de opinión y por supuesto, desea organizar todas estas actividades sin descuidar a su pequeña Macarena.
Fotos: Cortesía Paula Roca y Facebook/ Un minuto con el arte