Involucrar a niños y niñas en las labores del hogar no solo rompe con los estereotipos de género, también ayuda a desarrollar su autonomía.
Las actividades del hogar no son exclusivas de mujeres, por ello, también puedes enseñar a tus niños a que colaboren.
Tanto para hombres y mujeres limpiar la casa pude ser tedioso y más aún si se trata de menores, pero estas actividades fomentan:
- La responsabilidad
- El trabajo
- El respeto al grupo
- La autonomía
Enseñar a tus hijos e hijas las labores del hogar no solo rompe con ideas machistas, sino también los ayuda en su formación.
De acuerdo con un estudio realizado por la compañía Braun Research, es un error deslindar a los menores de las labores del hogar para que den prioridad a sus actividades escolares.
Lo anterior, debido a que las niñas y niños disminuyen su capacidad de empatizar y solucionar problemas de la vida diaria.
Por el contrario, enseñarles desde temprana edad a colaborar en las tareas y el aseo diario, los convertirá en solucionadores de buen carácter.
Según los expertos, la edad recomendada para involucrarlos en estas actividades es a los 8 años.
¿Cómo involucrar a mi hijo en las labores del hogar?
Antes de que tu hijo llegue a los 8 años, puedes comenzar a enseñarle a que colabore contigo en actividades sencillas.
A continuación, te dejamos una serie de ejemplos de acuerdo con su edad:
- Año y medio
Pídele que te ayude con cosas que no representen mucho esfuerzo, como sostener la bolsa para meter la basura o el recogedor mientras barres.
- Entre 4 y 5 años
A esta edad ya pueden comprender actividades que tengan que ver con la organización y clasificación de objetos. Pueden recoger y organizar sus juguetes.
- Después de los 6 y hasta los 8 años
A esta edad pueden hacer actividades más complejas. Puedes asignar una tarea diaria o semanal que tenga que ver con escombrar una zona de la casa o cuidar una mascota.
- A partir de los 9 años
A los 9, 11 y 12 años los menores pueden realizar cosas que conlleven más pasos y que delegarás conforme vayan creciendo.
Por ejemplo, al principio te pueden auxiliar a lavar la ropa hasta que lo puedan hacer solos.
Los expertos señalan que una de las claves es decirles que no están ayudando, sino participando.
Asimismo, recomiendan que antes de pedirle algo, le expliques cómo se hace y que tengas paciencia, pues no tiene las mismas habilidades que tú.
Fuentes: Soy Carmín, Pediatra y familia y Guía Infantil
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