No existe tal cosa como ser experta en maternidad; sin embargo, el momsplaining es algo muy habitual entre quienes son madres y hasta las que no lo son.
El momsplaining no es una práctica nueva, pero es momento de hablar sobre por qué se debe terminar.
Es normal que las madres intercambien experiencias sobre lo que les ha funcionado o no durante la crianza de sus hijos. Gracias a esto, algunas mamás primerizas podrían sentirse menos temerosas a la hora de cuidar a los suyos.
Sin embargo, cuando prácticamente se le echa en cara a una progenitora sobre lo que debe o no hacer, entramos en el mundo del momsplaining.
A menudo, esta práctica es realizada por madres que asumen el papel de expertas para educar a otras. Los modos, la mayoría de las veces no son amables y el objetivo ni siquiera es ayudar. A continuación, te contamos qué hay detrás de ella.
¿Qué es el momsplaining?
El concepto de momsplaining es una adaptación del mansplaining. Es decir, hombres que de manera condescendiente le explican a una mujer sobre un tema que ella incluso domina.
Esta tendencia se ha popularizado incluso entre las personas que no tienen hijos. ¿Cómo ha sucedido esto? Gracias a los miles de artículos que circulan en la red sobre temas como:
- Maternidad
- Disciplina
- Nutrición
- Sueño
- Lactancia
- Seguridad
- Educación
Dar un consejo sobre alguno de los temas mencionados no es necesariamente malo. Sin embargo, el momsplainig va mucho más allá, pues se convierte en otra práctica de wollying. Este término hace referencia al bullying entre mujeres.
Muchas madres se han sentido juzgadas en persona, pero también en internet. Pareciera que todos tienen la fórmula perfecta para ser mamás, menos ellas. Es así como se provoca el momshaming.
¿Qué es el momshaming?
El momshaming es un fenómeno que consiste en avergonzar a las madres por su desempeño o estilo de crianza.
Esta práctica va más allá de un comentario malintencionado, sino que constituye un verdadero linchamiento público. Ya sea en espacios públicos o en redes sociales, la labor de la mamá será puesta en evidencia para ser juzgada.
Como consecuencia, muchas madres terminan sintiéndose inseguras sobre sus elecciones de crianza. Esto va desde la alimentación hasta el tiempo que pasan con sus hijos.
Esto ha adquirido una nueva dimensión con las redes sociales. Cualquier detalle en una foto o video bienintencionado puede desatar una ola de críticas y hasta la viralización de un hecho.
Los detractores del momshaming han puesto sobre la mesa otro aspecto importante. A los padres no solo no se les juzga, sino que se les justifica su deficiente desempeño en la paternidad. Esto ha normalizado que prácticamente estén ausentes durante el crecimiento de sus hijos.
¿Por qué es peligroso el momsplaining?
Ser madre y andar por la vida sin el temor a ser juzgada parece un sueño imposible de realizar. Incluso, hay mujeres que tienen miedo a tener hijos porque pareciera un rol imposible de llenar. Esto no es una exageración y el momsplaining juega un rol muy importante.
De una mamá moderna se espera que sea perfecta, que no se equivoque, que brille como trabajadora sin descuidar a sus hijos, su hogar y a sus parejas. La carga emocional, física y mental termina siendo excesiva y difícil de soportar.
No importa si eres madre o no, es importante aprender a replantear tus relaciones con las mujeres que tienen retoños. Si de verdad te importa mostrar tu apoyo, no juzgues y recurre a la empatía.
¿Te enteraste del caso de una ‘mala madre’ en redes sociales? No emitas una opinión hasta conocer el contexto. A continuación, te dejamos el cortometraje La Madre para que veas en los comentarios a qué nos referimos:
¿Cómo evitar el momsplaining?
Si eres madre, busca crear alianzas con grupos de crianza, donde el apoyo sea mutuo. Además, donde los consejos y críticas entre madres de verdad sean constructivas, pero sobretodo, solicitadas. Así es, existen espacios libres de momsplaining.
En la red, elige un sitio o foro en el que no temas compartir tus temores, dudas y hasta tus experiencias. Algunos de los más recomendados son los siguientes:
Evita frases como las siguientes:
“‘¿Te dolió el parto? Yo ni me enteré’. ‘Estás muy gorda, cuando yo me embaracé no subí tanto de peso’. ‘Dame a tu bebé para que yo lo calme, ya verás como yo sí sé cómo hacerlo’. ‘¿Tu hijo todavía no habla? El mío a su edad ya hasta se sabía los números’. ‘¿No puedes cuidar a un hijo?’. ‘Yo me las arreglo con tres’”.
No importa si eres compañera de trabajo, amiga, pariente, pediatra, psicóloga infantil o criaste a diez hijos perfectos, si no te han pedido tu consejo, no lo des. Con un ‘¿te puedo ayudar en algo?’ basta.
Con información de Glamour, Diario Chaco, S Moda y La Nación
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