En tiempos de violencia contra las mujeres y virus que nos atacan, no puedes ser demasiado precavida: ¡aguas con el dogging!
Sabemos que después de un confinamiento de más de dos años, puedes estar inquieta. Seguramente en casa las cosas se pusieron algo aburridas, si estás casada o era difícil ver a tu novio.
Hoy hay nuevas normas sanitarias, por las que incluso en los aviones el cubrebocas ya es opcional. Tal vez por ello te estás animando a probar nuevos horizontes sexuales y eso no está mal.
Sin embargo, antes de embarcarte en alguna práctica como el dogging, sea por curiosidad o por propuesta de tu pareja, lee esto.
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¿Qué implica el dogging?
Literalmente es tener sexo en público. Es una práctica sexual que está ganando popularidad y tiene muchos seguidores en todo el mundo.
Para algunas personas tener sexo en la calle podrá deberse a que no tienen un espacio propio. Para otros en cambio es una forma más de tener sexo.
Esta práctica combina las “mieles” del exhibicionismo, el voyerismo y el riesgo de ser descubierto. Incluso dicen que la popularidad del dogging aumentó a raíz de “Cincuenta sombras de Grey”.
Se refiere a actos sexuales en un lugar público o semipúblico o ver a otros hacerlo.
Puede haber más de dos participantes y puede implicar tanto sexo en grupo como gang banging.
Tanto voyeristas como exhibicionistas a menudo se reúnen al azar en zonas “conocidas”. En tiempos modernos, se concertan las citas cada vez más por internet.
La psicóloga clínica y sexóloga Paola Andrea Beltrán dijo a El Tiempo:
“Es una práctica que consiste en tener relaciones sexuales en lugares públicos en los que se presentan otras personas para mirar, lo que es una combinación muy clara entre el deseo de ser visto y de mirar»
Pero la doctora explica ahí una particularidad importante. Los que miran pueden tocar o participar en la relación sexual. Sin embargo, quienes intervienen en un encuentro de dogging jamás vuelven a coincidir.
¿Dónde surge el concepto de dogging?
El término “dogging” vendría del argot británico, según Wikipedia.
Hay quienes relacionan el nombre con el comportamiento sexual del mejor amigo del hombre. Los fans del dogging dan rienda suelta a su deseo en público como el perro.
Algunos, como reporta Wikipedia, rastrean el término hasta 1951 en Inglaterra. Desde esa época se habría hecho común entre trabajadores y usuarios de las vías de trenes.
En 2003, The Sunday Herald of Scotland publicó sobre que locura del dogging iba en ascenso. Según este texto, la práctica habría surgido más bien en los 70.
«El término dogging se originó a principios de la década de 1970 para describir a los hombres que espiaban a las parejas que tenían relaciones sexuales al aire libre: estos hombres ‘perseguían’ cada movimiento de las parejas y las observaban»
Una interpretación diferente del origen conceptual viene de “sacar a pasear al perro”. Tanto los integrantes del “público” como los participantes usaban a sus mascotas para concertar citas sexuales.
En España se llama “cancaneo” al dogging, y se suele desarrollar en parques o estacionamientos.
Psicología y Mente reporta que el nombre “cancaneo” vendría de “can”. Asimismo, explica que el origen de dogging o cancaneo vendría de la posición.
Así es: los lugares en los que se practica el dogging obligaría a los participantes a adoptar la postura del perrito.
¿Dónde se practica el dogging?
¿El ir al mirador no te recuerda algo? Quedarse en el automóvil no es solo para darse besitos.
El dogging se practica en playas, baños públicos, áreas de servicio, estacionamientos. Pero como te decíamos líneas atrás, el internet ha potenciado los encuentros.
Existen páginas, foros y grupos en redes sociales especializados en el dogging. Si gugleas “Dogging México”, por ejemplo, hallarás varias páginas.
En tales páginas se hacen mapeos por estado, donde concretarías encuentros cercanos a tu locación.
Por supuesto estos sitios de mapeo no son exclusivos de México. Asimismo, no solo te dan ubicaciones, también organizar los encuentros.
Además, también hallas “guías” con reseñan sobre los mejores panoramas para tener sexo en público.
Los encuentros del dogging con base en internet se relacionan mucho con los swinger.
Las parejas swinger frecuentan lugares específicos en busca de relaciones sexuales con otras parejas. Aunque también disfrutan de ser vistos en muchos de los casos, se diferencian de los “doggers” en el dónde se encuentran.
Los swingers practican el sexo en privado, así sea en un lugar que no es propio. Por su lado, los aficionados al dogging no se excitan si no se da en espacios públicos.
Riesgos del dogging
Para practicarlo no basta con ir a uno de esos sitios “conocidos” o concertados y comenzar a tener sexo. Es importante respetar y cumplir las reglas previamente establecidas.
Según Cosas de Mujer y Siempre Mujer:
“Si en un descampado, o cualquier otro lugar público, están un grupo de gente practicando dogging, deben tener en cuenta que si practican el sexo con la luz interior del auto encendida, significa que quieres que te observen. Al igual que si dejan la puerta abierta, significa que desean que participen en su práctica”
Si al revés, los “doggers” no desean que nadie se acerque o participe en el encuentro sexual, deben cerrar ventanas y puertas del vehículo, por ejemplo.
Aunque a estas alturas no es noticia para nadie, las mujeres llevamos el mayor riesgo.
Sí, tanto mujeres como hombres estamos expuestas y expuestos a enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, no está de más decirte que cuides con qué páginas concertas tus citas.
Recordemos que a menudo las páginas que son incluso de empleo son usadas para secuestrar a mujeres. Asimismo, recuerda que si alguien los cacha y denuncia, estarás en problemas legales.
Por último, recuerda que la viruela de mono o viruela símica NO es exclusiva de hombres. Lleva gel antibacterial, condones, monedas y hasta algún elemento de autodefensa.
Practica el dogging si es posible acompañada por alguien a quien conozcas ¡y con quien puedas huir fácilmente!
Con información de Siempre Mujer, Psicología y Mente, Wikipedia y El tiempo
Fotos: Canva
