Ella nació hace 13 años y desde entonces no sabe lo que es tener luz eléctrica en su casa. Este 2020 cursaría el segundo año de secundaria… pero no está segura de si aprobó el ciclo anterior.
Sus hermanos, de 9 y 6 años, están en el mismo escenario.
Los tres son hijos de Elvira, costurera oaxaqueña de 43 años –con apenas la primaria terminada–, y pertenecen al 0.6 por ciento de mexicanos que no dispone de electricidad en el país y al 66.4 por ciento de oaxaqueños viviendo en pobreza.
Tampoco cuenta con drenaje, agua potable, alcantarillado, teléfono, salud pública… vaya, ni hablar de la más remota oportunidad de clases en línea para sus críos.
Elvira no vive en un alejado pueblo de la Mixteca, aquejado por la sequía, las pugnas entre pueblos y el narcotráfico disimulado bajo creativas fachadas… no, la mujer habla español y habita en la colonia Los Encinos, que nació como asentamiento irregular de la capital del estado hace 13 años y se encuentra a escasos 10 minutos del Centro Histórico de Oaxaca.
En esa colonia, reconocida como tal hace apenas dos años, viven 720 personas; entre ellas, 150 niñas y niños de edad escolar quienes no tendrán posibilidad alguna de tener clases vía remota, sea por televisión, tableta o smartphone.
Y sí, a Elvira le preocupa que sus hijos no tengan clases, pero le apura más sobrevivir a obscuras: los traen, deplora, a puras promesas desde hace años… espera que, en el presente trienio, el actual presidente municipal, emanado de Morena, por fin les resuelva la falta del servicio.
Tampoco tiene trabajo desde abril pasado, aunque se las arregla manteniendo a su familia con la venta de tamales.
“Saco unos 80 y hasta 100 pesos diarios, con eso la vamos pasando”.
De la escuela de sus hijos no sabe nada.
La primaria a la que asisten está alejada de su casa, y no tiene un celular para mantener conversación con los maestros vía WhatsApp, que es como se han comunicado durante la vigente pandemia que dejó, en los hechos, sin clases a más de 900 mil estudiantes oaxaqueños de escuelas públicas, sin que a la fecha la autoridad educativa estatal haya presentado un informe puntual de las condiciones en las que los alumnos oaxaqueños finalizaron su ciclo escolar, cómo los calificaron, cuál fue el análisis de su aprovechamiento… nada.
Ni las autoridades educativas estatales ni el combativo gremio magisterial oaxaqueño han parado por esa desdichada colonia para conocer la situación en la que se encuentran estas decenas de niñas y niños, cuyo sino parece enfilarse inevitablemente a la miseria.
Sin embargo, Ana Gaytán, también madre de familia de Los Encinos, comenta que la maestra de uno de sus dos hijos, le envió vía WhatsApp, una encuesta para saber si en sus casas tenían televisión, internet y una computadora que les permitiera tener clases vía remota.
“Ya les hice saber: ni luz tengo… mucho menos tele, internet ni computadora… solo celular y está cargado cuando se puede”.
Los hijos de Ana tienen 10 y 13 años. Únicamente conoce el estatus escolar del menor porque su maestra de primaria le informó que éste sí aprobó el año escolar con apenas dos evaluaciones que lograron realizar… los maestros promediaron y definieron así las calificaciones del año completo.
El gobierno de Oaxaca lanza clases por televisión sin validez
En Oaxaca, el Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO) inició las clases en línea por medio de la televisión oficial (Cortv) el 24 de agosto.
Al margen de las indiscutibles limitaciones de programación y contenidos pedagógicos, dichas cátedras no cuentan con el aval de la Sección 22 del sindicato magisterial, cuyos líderes han informado que iniciarán el curso escolar de manera presencial hasta septiembre próximo. Asimismo, advierten que las condiciones de Oaxaca en materia de conectividad imposibilitan las clases virtuales.
Es decir, las clases impartidas por el IEEPO y transmitidas por la señal oficial no serán tomadas en cuenta en la historia académica de los menores cuando regresen a las aulas.
Conectividad universal, a la deriva
Hace siete años, el Gobierno Federal inició un ambicioso y necesario programa que pretendía llevar el internet gratuito a 250 mil sitios puntos del país, privilegiando escuelas, hospitales, parques, lugares públicos… se llamaba México Conectado; en 2016 hubo recorte presupuestal y de objetivos. El sexenio finalizó con 101 mil lugares públicos con acceso a internet, principalmente, escuelas.
En 2019, el gobierno de la república apagó México Conectado aduciendo que sometería a revisión los contratos, dejando sin internet esos más de 101 mil sitios y en mayo pasado informó que retomarían el programa este año.
Así pues, de cara al entorno de pobreza, desempleo y COVID-19, los estudiantes del país no cuentan con la opción de acudir a espacios públicos para disponer gratuitamente de internet y tomar sus asignaturas en línea.
Posdata
Según el artículo sexto de la Constitución, los mexicanos tenemos derecho a acceder a las tecnologías de la información y comunicación, incluidas banda ancha e internet. El Estado le sigue incumpliendo a sus ciudadanos.