¿Conoces a personas que le han sido infieles a sus parejas, pero no sabes la razón? Aquí, te daremos la curiosa respuesta.
Allá por el año 2006, Aventura sacó una canción que dio mucho de qué hablar, pues narraba una infidelidad. El autor en la canción decía: «te aseguro que esos tontos no van a entender que si les somos infieles es por un gran querer».
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La estrofa provocó una gran serie de dudas, la más frecuente ¿por qué las personas cae en la infidelidad? Y, debido a que se trata de un tema muy común, hemos creado esta nota.
En las siguientes líneas hablaremos de por qué ocurre este fenómeno, el cual ha lastimado a millones de personas no solo en México sino en el mundo. Antes de comenzar, queremos aclarar que no estamos a favor de las infidelidades.
Pero, sí resulta interesante saber por qué las personas tienden a engañar a sus parejas. Así que continúa leyendo.
¿Qué es la infidelidad?
La infidelidad de pareja surge tras la ruptura de una promesa de «exclusividad». Dicho compromiso puede adquirirse durante el matrimonio, el noviazgo o la unión libre.
Otros autores definen la infidelidad como el mal uso de la confianza que se ha depositado en una persona. Lo anterior provoca que la relación se destruya por completo o que parezcan sentimientos de confusión y tormento.
Además, la víctima de una infidelidad puede llegar a experimentar inseguridad y baja autoestima. Por lo tanto, es necesario que tras una situación como esta, las personas busquen ayuda profesional.
¿Por qué somos infieles?
En muchas ocasiones, los seres humanos solemos confundir la emoción con el sentimiento. Es decir, puedes amar a tu pareja (sentimiento) y sentir atracción por otra (emoción). Y es en ese momento cuando aparecen los problemas.
Algunas personas no logran controlar las emociones y tienden a ser infieles. Lo curioso es que una persona no pone los cuernos por sexo sino por la sensación de pérdida de identidad.
Cuando iniciamos una relación, comenzamos a adoptar costumbres de la otra persona. Hasta cierto punto, nos transformamos en alguien que no solíamos ser. Y si hay hijos de por medio, más aún.
Por lo tanto, las personas buscan recuperar su identidad a través de una aventura. De acuerdo con la psicoterapeuta Esther Perel:
«A veces, cuando buscamos la mirada de otra persona, no estamos apartándonos de nuestra pareja, sino de la persona en la que nos hemos convertido. Más que otro amante, lo que buscamos es otra versión de nosotros mismos».
Entonces, huida de nosotros mismos nos lleva a escoger amantes que nunca querríamos como pareja:
«Algunos se sienten atraídos por el recuerdo de la persona que fueron en otro tiempo. Hay otros cuyos sueños los llevan a la oportunidad perdida, el amor que dejaron marchar, la persona que podrían haber sido (…) Las aventuras nos ofrecen un atisbo de esas otras vidas, del desconocido que llevamos dentro. El adulterio es la venganza de las posibilidades desechadas».