Si estás buscando saber más cosas acerca del maquillaje, tienes que saber las diferencias entre polvo compacto vs. polvo traslúcido.
A medida que pasa el tiempo, el mundo del maquillaje se llena de nuevos productos que tienen diferentes usos. En esta nota te hablaremos de polvo compacto y el polvo traslúcido.
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En el mercado existen diferentes polvos y aunque son bastante similares entre ellos sus objetivos son diferentes. Desde hace muchos años, estos polvos han sido utilizados par a darle un toque distinto a la piel y la función general de éstos es lucir un cutis magnífico y terso.
Polvo compacto vs. polvo traslúcido
Para aprender a distinguir, pero sobre todo a utilizar cada polvo, tienes que comenzar sabiendo que le polvo compacto es muy cómodo de llevarlo en la bolsa, debido a que no corre el riesgo de que se salga y provoque un desastre.
Se trata de un producto que aporta cobertura y te ayuda a sellar tu base. En comparación con el suelto, éste dura mucho más y se recomienda aplicarlo a ligeros toquecitos con una esponja.
Ahora bien, el polvo traslúcido como su nombre lo dice tiene un acabado totalmente transparente. La ventaja de este producto es que no tendrás ningún problema en encontrar tu tono, ya que adapta al tuyo.
Los expertos lo utilizan para rellenar líneas de expresión, sellar y matificar maquillaje. Su textura es aún más ligera que el suelto, puedes aplicarlo con una brocha. Así que debe elegir que polvo utilizarás dependiendo la situación.
¿Cómo elegir el polvo correcto?
Para comprar el producto que se adapta mejor a tus necesidades, debes tener encuentra estos consejos:
- ¿Quieres cobertura? Entonces puede comprar un polvo suelto y un polvo compacto
- Si tu piel es grasa, utiliza el polvo suelto
- Pero si lo que deseas es retocar tu maquillaje a lo largo del día, el polvo compacto es ideal
- ¿Te importa más la textura de la piel que la cobertura? Usa el traslúcido
Consejos para lucir un buen maquillaje
Preparación de la piel: antes de aplicar cualquier producto, asegúrate de preparar bien tu piel. Limpia tu rostro con un limpiador suave, aplica un buen tónico y una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel.
Utiliza productos de calidad: invierte en artículos que se adapten a tu tono de piel y tipo de cutis. Desde la base hasta el corrector y el delineador, elige marcas confiables y productos que te den confianza.
Conoce tu tipo de piel y tono: entender tu tipo de piel (grasa, seca, mixta) y tu tono (cálido, frío, neutro) te ayudará a elegir los productos adecuados.
Iluminación adecuada: la luz influye mucho en cómo se ve tu maquillaje. Trata de aplicarlo en una habitación bien iluminada y natural. Evita el exceso de luz directa que pueda resaltar demasiado ciertas áreas.