Si eres una de las muchas personas que se ha tragado un chicle por accidente seguramente te preguntarás ¿qué sucede con él?
Por muchos años el tragarse un chicle tras masticarlo se ha vuelto un aterrador suceso en la vida de varias personas. Sin embargo, más allá de los mitos y leyendas de lo que pueda suceder hay algo de verdad en todas esas razones por las que nuestros padres nos prohibían hacerlo.
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El chicle, o también conocido como goma de mascar es una de las golosinas más populares entre la población. Esto ha llevado a que se tenga mucho cuidado con su consumo, pues al ser de porciones pequeñas puede causar asfixia.
Sin embargo, durante toda la historia los padres, abuelos y hasta profesores han dado un discurso similar sobre este y es que nunca puede tragarse. De acuerdo con ellos, el hacer implicaría que el dulce se quedaría años pegado al estómago sin la posibilidad de salir del organismo. Pero a estas alturas de la vida ¿qué tan cierto es esto? Descúbrelo a continuación.
¿Qué pasa si te tragas un chicle?
Los chicles están compuestos de una mezcla de varios ingredientes entre ellos: saborizantes, edulcorantes, colorantes y una base de goma. Esta última es la que permite que dicha golosina tenga la presentación y sensación que todos conocemos al tenerla en la boca.
La goma ha sido el principal ingrediente que le ha dado la razón a los dichos de los padres y abuelos; lo anterior debido a que esta base no es digerible y por lo tanto el sistema digestivo no puede descomponerla por completo cuando llega al estómago.
«La goma es bastante inmune al proceso digestivo», reconoce David Milov, gastroenteólogo pediátrico.
No obstante, lejos de que se quede para siempre pegado al estómago o intestino, la realidad es que días más tarde es expulsado con las heces. Al no ser descompuesto sale completamente con su forma original entre los deshechos; además de que puede tardar de 40 horas hasta 7 días en salir.
«Unos siete días es lo que le toma al cuerpo deshacerse de lo que no digiere del chicle. No más», explica Pahua Díaz.
Si alguna vez te tragaste un chicle y fue cosa de una sola vez, no te preocupes, esto no afectará tu salud. Sin embargo, el practicarlo constantemente sí que puede traer consecuencias. Algunas de ellas es el estreñimiento leve; afortunadamente es temporal.
Mientras que, en el caso de los niños, la situación cambia. Esto debido a que al tener un sistema digestivo más pequeño puede llevar a la acumulación de chicle y obstruir los intestinos. Lo que a su vez lleva a requerir intervención médica para ser tratada.