Reclusas de centros penitenciarios que forman parte del proyecto de La Cana y Reinserta tejieron peluches alusivos a doctores y enfermeras como parte de una campaña para donar material de protección a hospitales.
El proyecto se llama ‘Salvando a quienes nos cuidan’ y por cada producto que se venda, donarán material de protección al personal sanitario que atiende pacientes con COVID-19.
Los kits de protección incluyen:
- Gel antibacterial
- Mascarillas
- Cubrebocas
- Traje de Protección
- Guantes
La Cana y Reinserta señalaron que este proyecto apoya a la economía local, la reinserción social y a ‘nuestros héroes y heroínas con bata que todos los días trabajan para mantenernos sanos y seguros’.
Asimismo, refirieron que la COVID-19 también ha afectado a las reclusas, pues sus ventas han disminuido drásticamente, y por ende, los ingresos de las tejedoras.
Las organizaciones subrayaron que, en prisión, estos ingresos les permiten a las reclusas tener artículos de higiene personal, agua potable, jabón para lavarse las manos y bañarse, comprar comida, enviar dinero a sus familiares, hacer llamadas telefónicas, alimentar a sus hijos, y adquirir productos y servicios de primerísima necesidad.
Por lo anterior, al no percibir estos ingresos económicos, no solo se ve afectada su calidad de vida y subsistencia dentro de prisión, sino también la economía de 143 familias en condiciones de pobreza que dependen de ellas.
Para apoyarlas, puedes dar clic aquí.
México es un país solidario y hoy, más que nunca, nos necesita así para hacer frente a la emergencia sanitaria. #AplanaLaCurvaDeLaDiscriminación @saskianino @Reinserta pic.twitter.com/hDaZW8bMt7
— CONAPRED (@CONAPRED) April 15, 2020
De acuerdo con Leticia Rivera Soto, directora del Centro Penitenciario Femenil en Saltillo, Coahuila, muchas de las reclusas son cabeza de familia y continúan siendo un ingreso importante para sus hogares, aun dentro de prisión.
Ante esta situación, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la entidad elabora 150 mil cubrebocas mediante la mano de obra de 25 reclusas:
“En nuestra aduana recibimos el rollo completo de la tela, elásticos, hilos; se hace todo el protocolo de salud. Tenemos una nave, máquinas de la empresa Spin; una chica se encarga de cortar la tela. Las muchachas están capacitadas por parte de Cecati 53 en hacer cortes sobre patrón”.
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Fuentes: Zócalo, La Cana y Twitter/ @Reinserta
Portada e interiores: La Cana