Los trajes contra COVID-19 exponen a mujeres profesionales de la salud debido a que están diseñados y hechos para hombres.
Así lo denunciaron en Reino Unido, donde un gran número de expertos y sindicatos médicos han protestado por esta situación.
Desde que inició la pandemia de COVID-19, organismos internacionales, asociaciones civiles locales y activistas han señalado que el sector femenino se encuentra en condiciones de vulnerabilidad por varias razones.
En primer lugar, porque en muchos países la mujer es la principal cuidadora del hogar, donde tiene que cumplir con tareas de limpieza, cocina, atención de los niños e incluso el cuidado de los enfermos.
Asimismo, denunciaron que el confinamiento obligatorio también dejaría sin recursos a muchas féminas que laboran en el sector informal, principalmente en América Latina.
Además, diversos Estados se vieron en la necesidad de implementar medidas para contrarrestar el aumento significativo en los casos de violencia de género, principalmente en los hogares.
Ahora, en Reino Unido se ha advertido que los equipos de protección del personal, otorgados a los profesionales de la salud para prevenir el contagio de enfermedades como la COVID-19, no son adecuados para las mujeres.
Helen Fidler, la vicepresidenta del comité de consultores del Reino Unido de la Asociación Médica Británica (BMA, por sus siglas en inglés), afirmó que esta situación pone en riesgo la vida de las médicas y enfermeras, pues por su complexión no pueden ajustarse adecuadamente los trajes.
Asimismo, informó que los equipos no fueron diseñados pensando en las mujeres, pues fueron pensados para hombres de 1.90 metros de estatura, pese a que el 75 por ciento de los trabajadores en el Servicio Nacional de la Salud es del sector femenino.
Esta situación fue ampliamente evidenciada por la periodista Caroline Criado-Pérez en su obra titulada:
“La mujer invisible: descubre cómo los datos configuran un mundo hecho por y para los hombres”
En ese libro, publicado este año, la especialista en género analiza el diseño de múltiples objetos de la vida cotidiana y dedica todo un capítulo a los equipos de protección del personal hospitalario.
Asimismo, comparte los testimonios de trabajadoras de la salud, quienes aseguraron no haber encontrado trajes ajustables a sus cuerpos; incluso, afirmaron que las mascarillas también están diseñadas para un rostro masculino.
Médicas y doctoras lamentaron esta situación afirmando que, si el equipo no es adecuado para su complexión, no solo no las protegerá, sino que tampoco les permitirá hacer bien su trabajo y les ocasionará malestar físico.
Sin embargo, esta situación no es nueva, pues ya había sido denunciada en 2016, en el informe Equipos de protección personal y las mujeres, elaborado por la Unión de Sindicatos de la Salud en el Reino Unido.
El estudio reveló que solo el 29 por ciento de las trabajadoras del sector salud contaban con trajes diseñados para su complexión, en tanto que el 57 por ciento dijo que los dispositivos que recibían dificultaban su trabajo.
Rose Gallagher, integrante del sindicato londinense Royal College of Nursing, dijo sobre el tema:
“Esto es inaceptable. No debería ser necesaria una pandemia global para que la gente se dé cuenta de que las mujeres tienen cuerpos distintos a los de los hombres. Los Gobiernos tienen la responsabilidad moral, legal y ética de hacerse cargo de esto, y es preciso que lo hagan rápido”
Con información de UN News, Sputnik Mundo y teleSUR
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