¿Cuántas de nosotras sentimos que nuestras parejas son de otro planeta? Y más si de paternidad hablamos.
Cuando nos convertimos en madres por primera vez creemos que tendremos una hermosa familia como las de las películas, pero al cabo de unos meses, puede suceder que te des cuenta de tu cruel realidad y, peor aún, que te encuentras sola en tu maternidad; que papá solo sea el proveedor y que no ejerza su paternidad como debe ser.
Hay papás que se dedican solo a trabajar y al finalizar su día laboral, al llegar a casa, medio ven a los hijos, piden de cenar y se van a la cama para volver a empezar todos los días de su vida, hasta que sus hijos son grandes y ya no desean pasar tiempo con ellos porque tienen sus prioridades. De ‘ayudar’ a mamá ni hablar, porque para colmo piensan que las esposas se quedan en casa haciendo nada y que ocuparse de algunas tareas domésticas es eso: ayudar y no hacerse responsables de su parte.
Hay padres que están en casa más tiempo pero aun así son ausentes: se dedican a hacer sus cosas y que mamá se haga cargo de la educación y crianza de los hijos. Él solo se dedica a la parte económica y a fingir ser el macho alfa, cuidador de la familia.
Hay otros padres que con tal de que mamá no los esté molestando todo el día, hacen lo que ellas les piden con tal de que la vieja amargada no esté jorobando. ‘Fulanito de tal, por favor ve al niño’ y él viendo el partido de futbol medio carga al hijo, le da lo primero que ve para que no esté llorando y lo deje disfrutar de su apreciado fútbol.
Por otro lado tenemos a esos padres que se la pasan comprando a los hijos todo para demostrarles su amor, pero viven ausentes: ‘se me olvidó jugar contigo el domingo como lo prometí, pero a cambio te llevaré por la muñeca que tanto querías’, justificando su falta de tiempo y su falta de compromiso con su paternidad.
Ahora bien existen esos padres dedicados a sus hijos que dan tiempo de calidad, que aunque trabajan, dedican parte de su día a estar solo para sus hijos; les preguntan cómo les fue, juegan con ellos, les dan amor y los hacen sentir felices.
Papá es una pieza superimportante para el desarrollo físico y emocional de sus hijos.
«El papá que ‘cuida’ a su hijo no ayuda, ejerce su paternidad»
Papá y mamá son igual de importantes y las tareas del hogar no tienen género: todos son un equipo, eso es la verdadera familia.
Muchas veces somos nosotras las mujeres que no dejamos involucrar a los padres. Pensamos que no harán bien las cosas, que no cuidarán bien del hijo, y somos como un poco bipolares.
En cierto punto nos enoja que no los cuiden pero cuando los cuidan, nos enojamos por qué no lo hacen bien. Sin embargo, es importante involucrar a papá desde que estamos embarazadas, haciéndolos partícipes de cada etapa, creando un vínculo con la o el bebé; cantarle, bañarlo, cambiarle el pañal y conforme vaya creciendo seguir haciendo actividades juntos en familia: crear acuerdos en donde papá sea clave en las actividades de la casa y del cuidado de los hijos.
Recordemos que somos el ejemplo par nuestros hijos, y lo que hagamos o dejemos de hacer repercutirá para bien o para mal en ellos.
La paternidad responsable y comprometida contribuye a un desarrollo infantil más saludable, a relaciones de pareja más estables y armoniosas y asegura madres, padres y familias más saludables
La presencia activa y positiva de un padre o cuidador en la vida de sus hijos resulta, como dije, en un ‘mayor desarrollo cognitivo y emocional de los niños, una mayor capacidad de autoregulación, tolerancia ante la frustración y el estrés, así como de resolución de problemas’, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esa participación paterna también se reflejaría en un mejor desempeño y permanencia escolar, menor agresividad y una mayor capacidad de desarrollar relaciones saludables.
Según Clara Alemann, en su blog para el propio BID, la participación paterna positiva es un factor protector para los niños y las niñas durante su vida, porque reduce su predisposición a conductas de riesgo como el abuso de drogas, la delincuencia, la violencia de pareja y contra terceros:
“Se ha observado que los niños de padres involucrados tienen el doble de posibilidades de ir a la universidad y de encontrar trabajos estables, 75% menos probabilidad de ser padres adolescentes, 80% menor probabilidad de terminar en la cárcel y 50% menor probabilidad de sufrir de depresión aguda”
Un papá que ejerce su paternidad con amor creará hijos exitosos pero sobre todo felices.
¿Qué tips nos podrías dar para mejorar la participación paterna?
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