Debido a la crisis mundial e incertidumbre que se viven por la pandemia de la COVID-19, las mujeres están consternadas por el estrés económico y la situación de salud; por ello, las clínicas de aborto en Estados Unidos reportaron un aumento significativo en la demanda de servicios.
A pesar de que el brote de coronavirus ha avivado los intentos de prohibir los abortos en algunos estados, las clínicas donde todavía se llevan a cabo informaron que la afluencia de mujeres aumentó.
Julie Burkhart, quien opera clínicas en Wichita, Kansas y Oklahoma City, señaló que han recibido llamadas de sus pacientes, quienes muestran preocupación y ha visto a más mujeres acudir a estos espacios porque temen que no puedan tener acceso a los servicios más adelante.
Informó que en estados como Texas prohibieron los abortos durante la pandemia de coronavirus bajo el argumento de que no prestan servicios esenciales, por ello, algunas clínicas están atendiendo a pacientes que viajan desde muy lejos.
Por su parte, la doctora Allison Cowett, de la clínica Family Planning Associates en Chicago, señaló que entre las pacientes que ha recibido recientemente se encuentra una adolescente que condujo desde Texas con su madre.
En Atlanta, la doctora Marissa Lapedis detalló que su clínica atendió a una mujer que tuvo en Texas su primera consulta para un aborto, pero tras la prohibición del gobierno decidió viajar a Georgia, ya que le pospusieron su segunda visita para recibir la píldora abortiva.
En la clínica de Burkhart en Wichita, los abortos aumentaron en marzo a 252 en comparación con los 90 realizados el mismo mes, pero de 2019; esto, debido a que Texas contribuyó a incrementar la interrupción de embarazos.
La doctora Jen Villavicencio, quien practica abortos en Michigan, predijo que la demanda de estos seguirá en aumento durante la pandemia por la COVID-19 y dijo: ‘mis pacientes están preocupadas sobre cómo pagarán el alquiler, alimentarán a su familia y si tendrán acceso a un respirador en caso de requerirlo’.
Planned Parenthood, la clínica de abortos más grande a nivel nacional, ubicada en Nueva York, considerado el epicentro del virus, también se ha visto afectada por la pandemia, ya que ha modificado los procedimientos de medicación con la finalidad minimizar los traslados tanto para pacientes como para su personal y así evitar contagios de la COVID-19.
Con información de Sin Embargo, La Voz y Mujer México
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