Dos de las instituciones más reconocidas en materia de derechos reproductivos: el Charity Marie Stopes International (MSI) y el Instituto Guttmacher externaron su preocupación de que las mujeres pierdan acceso a un aborto seguro debido a la pandemia mundial de la COVID-19.
Por su parte, el Instituto Guttmacher señaló que reducir el acceso a abortos seguros en los países menos desarrollados derivaría en 28 mil muertes y al menos 3 millones de abortos clandestinos.
Por lo anterior, volver la interrupción voluntaria del embarazo un servicio esencial en los países en vía de desarrollo es una cuestión de vida o muerte, especialmente en estos tiempos.
Indicó que la pandemia de coronavirus provocará que 9.5 millones de mujeres pierdan acceso a un aborto seguro, ya que reducir tan solo un 10 por ciento el acceso a este servicio en países de ingresos más bajos, traerá como consecuencia 28 mil muertes maternas.
La medida dejaría a unas 15 millones de mujeres asumiendo embarazos no deseados, lo que podría amplificar aún más la estadística de prácticas clandestinas y muertes.
Las organizaciones buscan que el aborto seguro se vuelva un servicio esencial, para que permanezca abierto todo el tiempo, especialmente cuando el confinamiento ha provocado prescindir de esos servicios.
La Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) informó que más de 5 mil 600 de sus clínicas y proveedores de atención, que representan el 14 por ciento del total en este ramo, habían cerrado en 64 países debido al nuevo brote de coronavirus.
Entre los países más afectados se encuentran Colombia y El Salvador, pero también Pakistán, Uganda, Sudán y Alemania.
Charity Marie Stopes International (MSI), que proporciona servicios de anticoncepción y aborto en 37 países, expresó que mujeres y niñas perderían el acceso a servicios de aborto, por lo que se requiere que los gobiernos tracen alternativas para que las mujeres puedan acceder a ellos.
Las mujeres que viven en países donde el aborto es legal, atraviesan por una incertidumbre constante debido a la crisis mundial por la pandemia de la COVID-19; están consternadas por el estrés económico y la situación de salud; por ello, en algunas naciones reportaron un aumento significativo en la demanda de servicios de interrupción de embarazos.
Con información de Reuters, France 24 y Mujer México
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