Este tipo de comportamiento es más común de lo que parece, puede dañar tu estabilidad emocional y muchas veces el problema pasa inadvertido.
Las conductas pasivo-agresivas se dan cuando una persona no es capaz de expresar la ira de forma saludable y reprime tanto sus sentimientos que no se da cuenta siquiera de lo que siente.
Las acciones de una persona pasivo-agresiva te pueden dañar debido a que, en vez de tratar de solucionar los problemas a través de la comunicación, se presentan comportamientos como:
- No responder los mensajes
- Amenazar con quedarse a dormir en otra habitación por estar enojados
- No hablar (la famosa ley del hielo)
- Decir frases hirientes a la menor provocación
- Utilizar el sarcasmo o la burla en medio de una discusión
- Ignorar al otro cuando te habla hasta no conseguir lo que quiere
- Llegar tarde a los eventos o simplemente no asistir
Las conductas pasivo-agresivas son parte del maltrato emocional.
¿Qué hacer si mi pareja es pasivo-agresiva?
Sabemos que, al inicio de una relación, es difícil pensar que tu pareja te puede dañar, pues un pasivo agresivo sabe cómo encubrir ese comportamiento.
Sin embargo, es importante que enfrentes esta situación por dos cosas:
- Para que comprenda las consecuencias negativas de su comportamiento
- Conozca cómo afecta su comportamiento a los demás (a ti o a tus hijos)
No debes estar dispuesta a estar en una relación en la que te sientes mal pues, aunque no te agreda físicamente, sí lo hace emocionalmente.
Por ello, lo mejor que puedes hacer si tu pareja es pasivo-agresiva es:
- Hacerle ver que su forma de actuar no es correcta
- Puede ser que primero hables con él sin atacarlo y en la intimidad
- Asimismo, asegúrate de que quede claro que solo quieres llegar al fondo del desacuerdo para mejorar la relación
- Acude con un especialista
- Siempre puedes recurrir a los expertos, ya que ellos pueden guiar a ambos para entablar conversaciones en un ambiente seguro
- Además, también puede asesorarlos para saber cómo canalizar sus emociones, saber cómo expresarse y así tener un comportamiento cero violento.
Fuentes: Soy Carmín, Etapa Infantil y La mente es maravillosa
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