Ante la llegada de la COVID-19 a México, se han implementado diversas medidas para prevenir el contagio y una de ellas es el aislamiento en casa; sin embargo, no todos los ciudadanos se pueden dar ese lujo pues, de no hacerlo, no podrían llevar alimento a sus hogares. Un ejemplo de quienes deben seguir laborando son las cajeras de supermercado. Si quieres conocer el día a día de una de ellas durante la contingencia en Ciudad de México (CDMX), ¡quédate aquí!
Debido a que la actividad económica debe seguir para sostener al país, determinados establecimientos deben seguir abiertos, como el supermercado en el que trabaja Patricia como cajera desde hace dos años, quien ofreció una breve entrevista a Milenio para que se conociera su labor diaria durante la cuarentena.
Según narró Patricia, ‘su trabajo es sagrado, lo disfruta, y gracias a ello mantiene a sus tres hijos’.
La tocaya de Paty tiene más de 60 años y desde hace siete se encarga de atender en el área de frutas y verduras, pero hoy la empresa le ha pedido que deje de trabajar porque pertenece a la población vulnerable.
“Es que somos vulnerables y nos podemos enfermar, aunque me siento muy bien, pero pues uno nunca sabe quién viene y qué es lo que traen de sus casas”
Según narró la adulta mayor, hasta este día se trasladaba diariamente desde Chalco hasta el centro de CDMX; recorría una hora en el Metro y usaba al menos dos autobuses y un microbús para llegar a su trabajo.
“Ahí es donde sentía más riesgo, porque aún hay mucha gente en el transporte público. En la tienda hemos tenido medidas todo el tiempo. Aquí hay gel y se supone que esos (señaló el suelo) círculos son para que la gente se mantenga separada de la otra persona, pero no hacen mucho caso”.
La otra Patricia, de 58 años, señala que no todos respetan las medidas debido a que quieren entrar y salir rápido; además, indicó que en las cajas de la tienda también se colocaron acrílicos para evitar el contacto con los clientes y cada vez que termina de despachar a uno, los cajeros se desinfectan sus manos.
“Aún no he entrado en pánico, me gusta mucho mi trabajo, hay buenas prestaciones y nos están dejando trabajar, que ya es ganancia. El mayor temor, creo de todos, es perder el trabajo”.
David, el subgerente del supermercado, también brindó unas palabras a Milenio, señalando que, a pesar de las noticias y la histeria de los clientes, los empleados han permanecido muy tranquilos y amables.
“Los empleados, como Patricia, han sido muy valientes y permanecido muy serenos ante las amenazas de saqueos, como han ocurrido en otras tiendas”.
Con información de BBC, Informador y Milenio
Portada: Archivo Cuartoscuro
Fotos interiores: Pixabay