La afgana Fawzia Koofi negoció con los talibanes el acuerdo de paz con Estados Unidos, pese a que en años anteriores intentaron asesinarla.
En la década de los 90, los talibanes invadieron Afganistán y sacaron al sector femenino de la vida pública.
Koofi no solo tuvo que abandonar sus deseos de estudiar medicina, sino que enfrentó intentos de asesinato cuando se integró a la vida política de su país, además del encarcelamiento de su esposo.
Este sábado, Fawzia negoció con los talibanes el histórico acuerdo de paz con Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tras dieciocho años de conflicto armado.
Durante una entrevista, la activista afirmó que nunca se dejó amedrentar y continuó luchando por los derechos de las mujeres en su país:
«(Los talibanes) no me intimidaron. Para mí es importante ser firme. Yo representaba a las mujeres de Afganistán»
Gracias a sus esfuerzos, Koofi perteneció a la delegación afgana que mantuvo conversaciones con los talibanes durante el periodo en el que se negoció el acuerdo de paz con Estados Unidos.
Sin embargo, hacer escuchar su voz no fue una tarea sencilla, pues tenía que hablar frente a decenas de talibanes, del lado de políticos y activistas afganos:
«Les dije que Afganistán ahora estaba representado por diversos puntos de vista y que el país no estaba sujeto a una sola ideología. Algunos miembros de la delegación talibán me miraban. Otros tomaban notas. Y otros simplemente miraban a otra parte»
Koofi se enfrentó a los talibanes sobre los derechos de las mujeres, argumentando que deberían ser integradas en el proceso de paz; la respuesta que recibió fue humillante y desesperanzadora:
“Se rieron de inmediato”
Sin embargo, durante su participación, un negociador talibán habló sobre las propuestas de la activista y aunque reconoció que una mujer puede convertirse en primera ministra, descartó que pudiera asumir la presidencia o fungir como juez:
“No estaba de acuerdo con eso, pero no discutí. El formato de las conversaciones no permitía una discusión bidireccional”
En 2001, la caída de los talibanes en Afganistán, tras el atentado contra las Torres Gemelas en Estados Unidos, produjo tranquilidad entre sus ciudadanos, y Koofi se unió a la Organización de las Naciones Unidas para rehabilitar a niños que fueron soldados.
En 2005, la activista participó en las elecciones parlamentarias de su país, tras ser elegida como diputada, se convirtió en vicepresidenta del Parlamento.
En 2010, Koofi se dirigió a Nangarhar para celebrar el Día Internacional de la Mujer; a su regreso, su convoy fue atacado.
Sobre el reciente acuerdo de paz con Estados Unidos, Fawzia no está segura de que los talibanes estén dispuestos a respetar los cambios que se han generado desde su caída en 2001, por lo que se preguntó:
“Las mujeres han perdido tanto. ¿Cuánto más podemos perder?”
Con información de BBC, El País y La Opinión
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