Este viernes, falleció Katherine Johnson, la célebre ingeniera y matemática de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) que hizo posible que el hombre pisara la Luna, en 1969.
Nacida en Virginia, Estados Unidos, en 1918, Katherine se distinguió en sus primeros años de vida por su intensa curiosidad; además, el talento que demostró con los números la impulsó a continuar preparándose hasta realizar un posgrado en matemáticas.
Gracias a su indiscutible capacidad, Johnson fue elegida, junto con las afroamericanas Dorothy Vaughan y Mary Jackson, como ‘calculadora humana’ en la NASA.
En dicho puesto, Katherine se encargó de llevar a cabo operaciones matemáticas para que el hombre pudiera incursionar en el espacio.
Johnson fue pionera en su campo y destacó por su trabajo en las misiones Mercurio y Apolo, incluida la que llevó al hombre a la Luna, en 1969.
El talento de la afroamericana fue tan reconocido que, en 1962, el astronauta John Glenn, el primer estadounidense en orbitar la Tierra, exigió que Katherine se encargara de revisar los cálculos de su viaje alrededor del planeta.
Sin embargo, la contribución de la originaria de Virginia fue ignorada hasta 2016, cuando Margot Lee Shetterly, publicó el libro titulado Hidden Figures (Talentos ocultos), en el que detalla los aportes de las ‘calculadoras humanas’ para las expediciones de la NASA, pues no aparecían en revistas académicas ni registros históricos.
Durante una entrevista en 2017, Katherine dijo sobre la célebre anécdota de Glenn:
«Él sabía que yo antes había hecho los cálculos de sus viajes y confiaba en mi trabajo»
Cuando a Johnson se le pidió nombrar su mayor contribución a la exploración espacial, habló sobre los cálculos que ayudaron a sincronizar el Módulo Lunar del Proyecto Apolo con el Módulo de Comando y Servicio de órbita lunar, que llevó a Neil Armstrong y Buzz Aldrin a la Luna, en julio de 1969.
Sin embargo, también trabajó en el transbordador espacial y el satélite de recursos de la Tierra que posteriormente fue nombrado como Landsat; además, fue autora o coautora de 26 informes de investigación.
En 1986, tras de 33 años de trabajo en el Centro de investigación de Langley, Katherine se retiró, no sin antes expresar:
«Me encantó ir a trabajar todos los días»
En 2015, cuando tenía 97 años, el presidente Barack Obama le concedió a Johnson la Medalla Presidencial de la Libertad, sellando su posición como modelo inspirador para innumerables personas, sin distinción de color de piel.
La extraordinaria matemática falleció este lunes 24 de febrero a los 101 años.
Con información de Milenio, BBC y Mujeres con Ciencia
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