Sarah Gilbert es la científica que está cerca de lograr la vacuna contra la COVID-19, pues se encuentra al frente de uno de los proyectos más prometedores en este ámbito.
Con el caos que la crisis sanitaria ha causado en nuestras vidas, todos y todas estamos esperando a que un fármaco pueda acabar con el nuevo coronavirus y devolver nuestras vidas a la normalidad.
Actualmente, hay por lo menos cinco vacunas que se encuentran entre las mejor posicionadas para combatir a la COVID-19, pero la que ha obtenido más reconocimiento es la del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, en Inglaterra.
Bajo el nombre de ChAdOx1, este proyecto está a cargo de la investigadora de Oxford Sarah Gilbert y su equipo.
La vacuna ha mostrado resultados prometedores y Sarah ha sido la más optimista acerca de ella, pues ha demostrado que tiene un 80 por ciento de probabilidad de que proteja de manera segura a las personas contra el virus.
Para probar su eficacia, la científica no dudó en incluir a sus trillizos, de 21 años, para que participaran en los ensayos.
Los jóvenes son estudiantes de bioquímica, por lo que no necesitaron una motivación adicional para sumarse como voluntarios a la causa, explicó Sarah:
“Realmente no lo discutimos ya que no estaba mucho en casa en ese momento. Conocemos el perfil de eventos adversos y sabemos la dosis a usar porque lo hemos hecho muchas veces antes. Obviamente estamos haciendo pruebas de seguridad, pero no nos preocupa”
La viróloga dijo que la prioridad actual es definir qué tan rápido se puede proporcionar la vacuna a las masas, ya que sus hijos lograron pasar por los ensayos sin mostrar ningún efecto adverso y lograron generar anticuerpos.
Para este propósito, Sarah señaló que Oxford se ha asociado con AstraZeneca, con el objetivo de producir el fármaco a gran escala y comenzar la distribución a nivel global.
Sarah obtuvo su título en biología en la Universidad de East Anglia, más tarde hizo un doctorado en bioquímica en la Universidad Hull y posteriormente obtuvo un puesto posdoctoral en Oxford, lo que la llevó a especializarse en el mundo de la vacunología y actualmente es una de las líderes mundiales del sector.
Sin embargo, llegar hasta donde está no fue sencillo, pues en 1998, cuando dio a luz a sus trillizos, su futuro científico era incierto:
“Es muy difícil equilibrar trabajo y vida personal. Parece imposible cuando no tienes apoyo. Tuve tres hijos. Las tarifas de la guardería eran más altas que mi salario”
Para no truncar sus metas, que ahora podrían devolverle la esperanza al mundo entero con la vacuna de la COVID-19, el esposo de Sarah decidió ocuparse de la crianza de los pequeños:
“Mi compañero tuvo que sacrificar su propia carrera para cuidar a nuestros hijos”
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Con información de India Times, Financial Times y BBC
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