Los swingers siguen varias reglas para mantener dinámicas saludables al relacionarse con otras parejas. Conoce todo sobre ellas.
En México, los swingers continúan siendo un tema tabú. Sin embargo, gracias al boom de las redes sociales actualmente conocemos un poco más sobre este mundo. Si quieres saber de qué se trata, nosotras te lo contamos.
Esta comunidad define sus prácticas como un ‘estilo de vida’. El objetivo es compartir momentos de intimidad con otras personas.
Sin embargo, los swingers aplican una serie de reglas para garantizar su privacidad. La discreción y ciertos códigos no pueden pasarse por alto bajo ninguna circunstancia.
Pese a que esta comunidad todavía es rechazada por los más conservadores, tienen eventos a nivel internacional. De hecho, en 2016 se llevó a cabo el Primer Encuentro Sudamericano de Swingers en Viña del Mar.
Se estima que existen 10 millones de swingers a nivel global, sin contar a las parejas interesadas en explorar este mundo.
Debido a que se conoce muy poco sobre esta comunidad, te contamos 20 cosas que debes saber sobre ella.
1. ¿Qué implica ser swinger?
Los swingers pueden observar a otros mientras se relacionan sexualmente. De ahí que puedas tener intimidad con tu pareja, mientras alguien más los mira.
Además, pueden besar, acariciar o tener un encuentro sexual con una tercera o cuarta persona. Sin embargo, no se trata de sexo con cualquiera.
Los swingers comparten estas experiencias con sus parejas. Es decir, con las madres y los padres de sus hijos. Por ello, no es una actividad que se tome a la ligera y tiene reglas muy estrictas.
2. Existen clubes de swingers
Se trata de lugares de encuentro exclusivos para parejas que desean compartir sus fantasías y juegos sexuales.
3. Tienen reglas muy claras
El objetivo de estas comunidades es vivir experiencias agradables. Por ello, tienen límites y normas infranqueables.
En el caso de las parejas, también establecen sus propias reglas. Aunque estas pueden variar dependiendo de cada una. La idea es que no haya malos entendidos.
4. No es para todos
Las parejas conservadoras difícilmente aceptarían que su esposo o esposa se relacione sexualmente con otra persona. Por ello, el swinging no es para todos.
Sentirse cómodo con la idea de explorar mayor libertad sexual es solo uno de los aspectos importantes. Las parejas deben ser sólidas y sexualmente sanas para poder disfrutar de nuevas experiencias y fantasías sin riesgos.
5. ¿Cómo se desenvuelven?
En las comunidades swingers, los acercamientos se realizan con caricias sutiles en zonas no erógenas. Si son permitidas, significa que hay consentimiento. En caso de que la persona diga que no, no se debe insistir.
Los círculos evitan malos malos entendidos con pulseras de colores. Estas diferencian a las parejas soft, de las full y los switch.
Las primeras no tienen sexo con penetración, solo miran, se tocan o dan o reciben estimulación oral. En el caso de las segundas, sí aceptan intercambios sexuales. Las terceras pueden o no aceptar penetración.
6. Los solteros son bienvenidos
Existe una diferenciación adicional para los solteros. Estos van a los encuentros para las parejas que buscan hacer tríos.
Quienes pertenecen a esta categoría deben tener bien presente cuál es su papel. No se les permite involucrarse de manera sentimental. Solo deben buscar encuentros para disfrutar y hacer gozar a las parejas.
7. Son parejas monógamas
Los swingers creen en la monogamia, en el amor y respeto a una sola pareja. A diferencia de los poliamorosos, en sus encuentros sexuales no involucran sentimientos. Es solo sexo.
De hecho, hay parejas que acuerdan no besar en la boca por su connotación romántica. Reservan este acto solo para compartirlo entre ambos.
Existen otros casos en los que los besos solo se dan durante el intercambio sexual. Una vez que el encuentro termina, ya no hay más.
8. No son relaciones abiertas
A menudo se confunden los matrimonios swingers con las relaciones abiertas. Sin embargo, son dos cosas distintas.
Los primeros intercambian a su compañero con otros en encuentros a los que ambos asisten. En cambio, los segundos dan ‘permiso’ a su pareja para tener relaciones sexuales y/o afectivas con otros. No lo comparten, pero ambos lo saben.
9. No son para romper matrimonios
Existe la creencia de que este estilo de vida termina con los matrimonios, pero esto es falso.
Los swingers son corteses y amigables entre ellos. Sin embargo, saben que lo emocional solo corresponde a la esposa o el esposo. Es decir, no se debe buscar invadir ese territorio.
Como lo mencionamos antes, esta comunidad exige que las parejas que ingresan a ella sean estables.
10. Sin presiones
Esto se desprende de lo anterior. La pareja debe estar 100 por ciento segura de que ambos quieren hacer swinging.
No basta con poner la idea sobre la mesa al calor de unos tragos. La comunicación es vital para que ingresar al mundo swinger refuerce el amor y la confianza.
Después de todo, es un juego para darle variedad a la sexualidad y no para tratar de avivar un fuego que ya se ha apagado.
11. Uso de preservativo obligatorio
No hay excusas. Los swingers no se arriesgan a contraer enfermedades de transmisión sexual ni embarazos durante sus encuentros con terceros.
Los condones no deben faltar en cada intercambio sexual. Por ello, la higiene también es muy importante.
Esto puede parecer obvio, pero muchas personas se imaginan que los encuentros entre swingers son desordenados.
12. No buscan lucrar
A menudo se confunde el mundo de los swingers con la prostitución. Sin embargo, solo buscan explorar abiertamente su sexualidad.
Los gastos, condones y bebidas se dividen entre los participantes. En algunos encuentros con solteros, estos pueden pagar todo como cortesía. Sin embargo, no se trata de una cuota impuesta.
13. No comparten su vida personal
La comunidad swinger se relaciona sexualmente, pero a ningún miembro debe importarle la vida íntima de los demás.
Las parejas que se desenvuelven en este círculo se mantienen lejos de otras en su cotidianeidad. No se relacionan a nivel personal ni mucho menos familiar. Los encuentros bajo ninguna circunstancia ocurren en el hogar.
14. No comparten su estilo de vida con cualquiera
Las parejas swingers no hablan abiertamente de sus preferencias con personas que no hayan manifestado interés en ellas. Incluso, mantienen el anonimato de otros matrimonios con el mismo estilo de vida.
Debido a esto, los clubes de swingers no son de ‘puertas abiertas’. Debes ser invitado para entrar. En algunos casos se tiene que hacer un registro y pasar por una entrevista. ¿El propósito? Que las personas sepan cómo funciona la comunidad.
Asimismo, se recomienda no hablar de ello con parejas de amigos porque podría ocasionarse un conflicto. Uno de ellos es arriesgar la amistad y otro es que uno quiera probar y el otro no.
Los swingers también respetan las ideologías y creencias morales de otros. Esta es una regla inviolable, no importa si los demás opinan lo peor de las tuyas.
15. Se hacen notar de forma positiva
Para los que son swingers nuevos en una comunidad, la regla básica es hacerse notar de forma positiva. La forma en que te presentes e interactúes con otras parejas forjará tu reputación.
En estos círculos no se vale todo. Las personas eligen con quién sí y con quién no involucrarse.
16. No admiten a menores de edad
No importa si una persona menor de edad está legalmente casada, no se aceptan en las comunidades de swingers. Solo los mayores de edad se toman en cuenta como responsables de sus propias decisiones.
Además, los actos sexuales con menores sociedad son catalogados como delitos y se castigan con cárcel. Un círculo respetable jamás aceptará interacciones con personas que no sean adultas.
17. No hacen orgías
En algunos clubes swinger las interacciones entre hombres están incluso prohibidas. Con las mujeres las reglas son un poco más permisivas.
Por estándar, estas comunidades son para parejas heterosexuales y la dinámica erótica sucede en los mismos términos.
Sin embargo, hay una modalidad denominada blizz. En esta, las mujeres juegan y los hombres solo miran.
18. No es la única práctica sexual
El swinging debe ser estimulante, pero no la única práctica sexual. Tener relaciones en diferentes contextos y sin necesidad de intercambios no solo es necesario, sino también sano.
Como lo mencionamos en otros puntos anteriores, ser swinger es solo para parejas estables. Esto incluye sus interacciones a nivel íntimo y sexual.
19. No asumen riesgos
Muchas personas creen que los swingers buscan emociones fuertes y se ponen en peligro. Sin embargo, esto es erróneo. No caen en situaciones de riesgo como relacionarse con extraños ni mucho menos ‘levantan’ a alguien de la calle.
20. No es no
Esta es la regla de oro y engloba todo lo anterior. Si alguien dice que no, no se pregunta por qué.
En primer lugar, el consentimiento es básico para los swingers desde que una pareja habla al respecto. Si uno está en desacuerdo con la propuesta, se acabó la discusión.
Dentro de los círculos de swinging, si alguien expresa que no tiene interés, no se debe insistir. No porque acudiste a una reunión significa que debes aceptar la proposición de cualquiera.
Además, presionar a otra pareja podría generar malos entendidos y hasta ocasionar que no vuelvan a ir. El acoso no se tolera en estos ambientes bajo ninguna circunstancia.
Con tantas reglas que existen entre los swingers, no es una sorpresa que haya quienes prefieren irse por la tangente y ser simplemente infieles. ¿Qué opinas de este estilo de vida?
Con información de Eme de Mujer, Psicología y Mente, Infobae, Sputnik y SW Club Guadalajara
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