La trágica muerte de la cantante Amy Winehouse ocurrida el 23 de julio de 2011 sigue siendo recordada hasta nuestros días.
La cantante Amy Winehouse tenía un talento excepcional. Aunque su carrera musical fue muy breve, la vivió con mucha intensidad y de manera interrumpida.
Desde muy pequeña y con el paso del tiempo, la famosa solo quería hacer una cosa: cantar. Fue la hija de un taxista y de una farmacéutica. Sus padres la criaron en el suburbio londinense de Southgate.
Se cuenta que Winehouse se aburrió en la escuela y se rebeló contra sus maestros. Lo anterior porque solo le interesaba un tema: la música.
Tras forjar su carrera como intérprete, el 23 de julio de 2011 se dio a conocer su fallecimiento. Los titulares en los periódicos decía que cantante de soul murió de intoxicación por alcohol.
Entonces, Amy se convirtió en otro miembro más del famoso ‘Club de los 27’. Pero mucho antes de que esto sucediera, vimos cómo ascendió a la fama y poco a poco sucumbió al desamor. En se momento, también ingreso en el mundo de las drogas y las malas decisiones.
Fue uno de sus guardaespaldas, quien la encontró sin vida. Dijo que dio cuenta que estaba muerta cuando intentó despertarla por segunda vez en el día. Esto después de las 3 de la tarde.
En el piso de la habitación había dos botellas de vodka vacías. La causa de la muerte fue ‘intoxicación por alcohol’. De acuerdo con la autopsia, en su sangre tenía el quíntuple de lo permitido para conducir.
Un día antes de su muerte, Amy había estado bebiendo, escuchando música y mirando la televisión. Años más tarde reabrieron la causa y volvieron a investigar todo desde cero. La conclusión fue la misma.
¿Cómo fue la infancia de Amy Winehouse?
A los 12 años, Amy Winehouse compitió para ingresar a la prestigiosa Escuela de Teatro Sylvia Young. En su solicitud escribió:
«Yo diría que mi vida escolar y mis informes escolares están llenos de ‘podría mejorar’ y ‘no da su máximo potencial’. Quiero ir a algún lugar donde me estiren hasta mis límites y quizás incluso más allá. Cantar en clases sin que me digan que me calle … Pero sobre todo tengo este sueño de ser muy famosa. Trabajar en el escenario. Es una ambición de toda la vida. Quiero que la gente escuche mi voz y simplemente … olvide sus problemas durante 5 minutos».
Amy tenía el talento y la ambición, y la directora de su escuela lo sabía. Entonces, años después Sylvia Young mencionó:
«Es difícil exagerar cuánto me pareció única, tanto como compositora como intérprete, desde el momento en que entró por la puerta a la edad de 13 años, luciendo el mismo peinado distintivo que ella tiene ahora. Sus habilidades podrían ponerla en la misma liga que Judy Garland o Ella Fitzgerald. Ella podría ser una de las grandes”
Cabe resaltar que Amy fue aceptada en la escuela que quería, donde logró desarrollar y perfeccionar su talento innato.
El ascenso de Amy Winehouse
Cuando Amy Winehouse tenía alrededor de 19 años, firmó su primer contrato discográfico.
Un año después, su álbum debut Frank fue lanzado e inmediatamente alcanzó el número 3 en las listas británicas.
Amy no solo cantó, sino que también escribió sobre su vida, específicamente sobre sus relaciones amorosas.
Los críticos más experimentados de la música decían que la cantante era una mujer blanca con voz de alma negra. Ella misma confesó que Sarah Vaughan, Dinah Washington y Ella Fitzgerald eran sus modelos a seguir.
La extravagante cantante también adaptó un estilo de moda de los años 70 con el característico peinado de colmena. En su maquillaje destacaba el delineador negro y grueso en los ojos.
Pero su gran éxito se combinó con una creciente incomodidad en el escenario. Era un miedo a actuar frente a grandes audiencias.
Para compensar lo que estaba sintiendo, comenzó a vagar por los clubes y bares después de los conciertos. Fue así como le surgió la idea de que podría ahogar la presión de cantar en el alcohol.
El éxito y la caída de Amy Winehouse
En uno de esos días donde recorría diferentes bares, Amy conoció al adicto a la heroína Blake Fielder-Civi. Casi instantáneamente se enamoró perdidamente de él.
Con su nuevo amor, se sumergía cada vez más en excesos de drogas y alcohol. Pero como era de esperarse, la relación no prosperó pues al termino de unos cuantos meses la dejó.
Winehouse estaba devastada y cantó sobre su tormentosa relación en el álbum Back To Black. El suficiente que tenía en su corazón le valieron 5 premios Grammy y la convirtió en una estrella mundial.
Pero fue la canción Rehab, la que la posicionó en la cima del éxito. El tema hablaba sobre el intento fallido de su padre y su gerente de poner a Winehouse en una clínica de rehabilitación.
La historia cuenta que ella escribió la canción en un par de horas. Se convirtió en un himno para una generación de jóvenes almas que tenían un profundo dolor.
Los últimos días de Amy Winehouse
El reloj marcaba las 10:00 horas cuando el guardaespaldas de Amy Winehouse se acercó a su puerta. Sin embargo, no escuchó nada, pero eso no lo tomó por sorpresa.
Dos horas después, se volvió a acercar a la habitación de la cantante. Nuevamente, escuchó solo un silencio absoluto. Suponía que estaba durmiendo porque tuvo una larga noche.
La noche anterior se había quedado en su habitación despierta hasta tarde. Alrededor de las 15:00 horas el hombre se preocupó, por lo que entró a despertarla.
Le habló despacio desde la puerta; pero no recibió respuesta. Entonces, se acercó un poco más y levantó el tono de voz. Nuevamente el silencio se apoderó de la habitación.
Agachado sobre la cama, sacudió a la joven de 27 años. Tampoco hubo respuesta. En ese momento percibió un fuerte aroma a alcohol. Acto seguido pegó un grito.
Dudó un segundo hasta intentar alguna maniobra de resucitación. Abandonó rápido el intento y llamó a una ambulancia, aunque sin demasiada esperanza.
Eran las 16:00 horas del 23 de julio de 2011. Amy Winehouse había muerto por una intoxicación etílica. Al costado de la cama había tres botellas de vodka vacías.
Los análisis toxicológicos demostraron que no había rastros de drogas en su sangre. Solo había muchísimo alcohol, una cantidad desmesurada. Se dice que era equivalente a 4.16 gramos por litro de sangre.
El límite antes del coma alcohólico es de 3.5. Tenía 27 años y una voz excepcional. A pesar de ser tan joven, nadie se asombró demasiado con la noticia. Su caída había sido previsible e inmensamente pública. Cada borrachera, cada exceso, cada incumplimiento contractual había sido a los ojos de todo el mundo.
Amy Winehouse antes y después de las drogas
Desde la juventud, Amy sufrió depresión y bulimia. Por muchos años, el trastorno alimenticio la acompañó en cada paso que daba sin que nadie lo notara. Luego, llegaron el alcohol y las drogas.
Las primeras grabaciones de Amy Winehouse eran sorprendentes. Quienes la escuchaban afirmaban que tenia una impresiónate fuerza en su voz. Los críticos decían que era una chica de 20 con profundidad de una veterana.
La cantante poseía un color de voz único y un manejo técnico deslumbrante. En la plenitud de sus facultades se la notaba con un total control de su arte, una habilidad innata.
Por otro lado, había un dolor ancestral en su canto. Alguna vez reconoció que no se le había pasado por la cabeza ser cantante profesional porque el canto para ella era natural.
Sus primeras apariciones públicas mostraban a una chica de gran franqueza, con una naturalidad salvaje y una frontalidad desusada. En sus inicios se consideraba una cantante de jazz. Pero con sus dos discos oficiales se convirtió en la gran cantante de R&B, soul y pop del siglo XXI.
Frank, su primer disco, tuvo una buena recepción, el impacto de lo inesperado. Una voz que parecía pertenecer a alguien mucho mayor.
La búsqueda artística era permanente; deseaba ser auténtica. Las letras de sus canciones componen una autobiografía, una antología de pequeños fracasos, un catálogo de frustraciones amorosas.
Ya en esos años los escándalos comenzaron a acecharla. Una conducta errática en varias apariciones públicas, algún concierto suspendido, recitales con performances vocales muy por debajo de sus posibilidades.
Lo que todavía no se sabía en ese momento era que los problemas con el alcohol y la droga eran tan severos. Había tenido colapsos e internaciones por sobredosis que la pusieron al borde de la muerte en varias ocasiones.
En una de ellas encontraron en su sangre rastros de alcohol, cocaína, crack y heroína. Las versiones oficiales hablaban de chequeos de rutina. De una mala reacción a un medicamento o de cansancio extremo.
Hasta que finalmente murió sobre la cama de su habitación.
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Con información de Chic Magazine, Infobae y El País.