El cuckolding es considerado un estilo de vida alternativo de rápido crecimiento: te decimos qué hace el cuckold. ¿Lo intentarías?
Ser cuckold o hacer cuckolding son alternativa para quienes buscan “reencender la llama de la pasión”. No es una práctica nueva, pero los tiempos son cada vez más abiertos a ella.
No se trata de poliamor, otra práctica con la que cada vez más parejas intentan ser felices.
TE PUEDE INTERESAR:
https://distritt.com/politica/aprobacion-plan-militar-impulsa-adan-augusto-2024/
Al cuckolding se le relaciona con una de las causas más frecuentes por las que la gente se separa. Por lo que, ¿y si la “infidelidad” no fuese un problema aunque solo fuera por una vez, y fuese permitida?
Probablemente llegaste a este artículo porque estás buscando esos nuevos horizontes junto con tu pareja. Y en verdad es muy importante que esta posible nueva aventura —literal— sea decisión conjunta.
La importancia de que conozcas esta práctica a conciencia y con anuencia radica en el autocuidado.
Esto es así porque la opción tiene toda la cara de lo que los monógamos llamarían “infidelidad”. “Ten cuidado con el corazón” como dice Alejandra Guzmán.
Precisamente por lo anterior, en Mujer México queremos compartirte diferentes ángulos sobre ser cuckold o ejercer el cuckolding. Si sabes qué es y qué reglas tiene el juego, no saldrás lastimada en caso de que no resulte.
En este video, por ejemplo, te explican qué es el cuckolding. La presentadora inicia diciendo cómo el cuckold actúa con base en una infidelidad previa:
Cuckold: ¿qué es?
De acuerdo con Solteros, “cuckold” proviene del cuco (cuckoo en inglés). A este pájaro se le conoce porque sus hembras dejan huevos en el nido de otros. Esto tiene la finalidad de que estos los cuiden sin que el mancho se entere.
La hipótesis sobre el origen de este singular concepto tiene paralelismo con otro, también muy interesante. El engaño de la “cuca” aludiría también o viceversa al cuckload, que es el marido de una mujer infiel.
Solteros explica que “cuckold” apareció por primera vez en la literatura del siglo XVIII. A partir del uso que se le daba, para referirse a un hombre “cornudo”, se le relaciona también con hombres pusilánimes. Esto sería porque no solo son cornudos sino porque lo saben y no hacen nada al respecto.
¿Qué hace el cuckold?
Según Cadena Dial, el anglicismo cuckolding está compuesto por los “cuernos” (“cuck”) de hombres mayores (“old”). Es decir, este sitio identifica la práctica con personas de más de 40 años, aunque no precisamente es el caso.
Como te comentamos al inicio, a menudo las parejas recurren a esta dinámica por aburrimiento. Si eres de quienes se casaron jóvenes, ya nos contarás.
Cuckolding sería la práctica que desempeña entonces el cuckold. Este es el hombre que permite que su pareja o esposa tenga relaciones sexuales con otro hombre mientras él solo observa.
Quien practica el cuckolding se excita sexualmente por ver a su pareja teniendo sexo con alguien generalmente parecido a sí mismo. De acuerdo con La mente es maravillosa, a esta excitación se le llamaría “excitación vicaria”, y tendría que ver con “verse” como protagonista desde fuera.
Otro aspecto muy importante para definir la acción del cuckold es que si se le obliga a mirar, ya no es cuckolding. Del mismo modo, si el cuckold decide a la mera hora que quiere entrar en acción, te está cambiando la jugada a la de un trío. Tú sabrás.
Las “modalidades” del cuckold
Aunque hay quienes consideran la práctica como derivada del BDSM, esto no debería intimidarte. Asimismo, si se trata de un “fetiche” sexual, tendría que definirlo para cada caso un experto en psicología. Lo mismo en el caso de considerarlo “parafilia”, cuyos extremos posibles exceden a este texto.
Por el momento, veámoslo como un simple acuerdo en el que tanto tu pareja como tú misma podrían experimentar algo diferente con la promesa de no llevarlo más lejos.
Entre las modalidades o actitudes que puede adoptar el “cuckold”, estarían las siguientes:
Masoquista
Sí, aunque parezca extraño, el cuckolding es una forma de masoquismo, pues implica cierta humillación. El disfrute de esto es tan personal que tampoco deberíamos cuestionarlo aquí. Sin embargo, si en el juego de rol tu pareja te pide incentivarla, y estás de acuerdo, adelante. “Que pase el desgraciado”, dijera la señorita Laura.
Dominante
Según algunas teorías, sería una forma de dominar al tratarse de una situación que el hombre decide. Él dice si sí, con quién, cuándo, dónde, etcétera. Las advertencias que te hacemos en cuanto a dar tu consentimiento, tienen que ver con esto. Ya que el hecho de que él decida las formas no quiere decir que te la imponga si uno de los factores no se te hace atractivo. ¿Y tu placer qué?
¿Cuckolding es voyerismo?
Bien llevado a cabo —y con la mente muy abierta, por supuesto—, el cuckolding no tendría que ser considerado infidelidad. Pero tampoco sería voyerismo; te explicamos por qué, ya que es una distinción importante.
A pesar de que tanto lo que hace un cuckold como lo que hace un voyeur implican el acto de mirar, se distinguen por la conciencia del otro. Mientras que el cuckold ha propuesto —en teoría— a su pareja la práctica, y esta ha aceptado, el voyer va por su cuenta.
El voyerismo es el acto de observar a otras personas en ropa interior, desnudas o teniendo sexo, pero sin que sepan. La finalidad de esto es logar una excitación mayor, y podría ser hasta un delito.
Tampoco deberíamos confundirlo con un trío, que tiene más tintes de juego “poliamoroso”.
El cuckold no debe imponerse
Aunque el cuckolding es considerado un estilo de vida alternativo de rápido crecimiento, no deberías ir con las modas. Si una pareja decide entrarle a este juego de rol, jamás debería dejar de ser una fantasía. Es decir, si te hiere en la realidad, ya no sirve.
De acuerdo con La mente es maravillosa, esta práctica se conoce también como “fetichismo intelectual”. Esto sería así porque requiere de todo tu control en materia de sentimientos, y porque la promesa implícita de la práctica es que es un juego.
A menudo los hombres convencen a sus esposas o novias, condicionando el cariño o la permanencia en la relación. Si ese es el caso, habla claro: no deberías continuar con la práctica, aunque ya este la “cama puesta” y te arrepientas. Recuerda que tu estabilidad emocional es primero.
Con información de La mente es maravillosa, Solteros y Cadena Dial.
Fotos: Canva.