No se trata de dormir ocho horas para tener un buen descanso, sino de cuánto tiempo pasas en sueño profundo. Aquí, algunas recomendaciones.
Todas en alguna ocasión hemos escuchado que para tener buena salud se recomienda dormir entre siete a ocho horas diarias. Sin embargo, el sueño va más allá de eso. Pero ¿sabías qué mientras dormimos nuestro cuerpo pasa por distintas fases del sueño? Por ejemplo, hay fases de sueño ligero, sueño profundo, y el famoso sueño REM, donde se producen los sueños.
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El sueño profundo es la fase en la que se desaceleran las funciones del cuerpo y las ondas cerebrales. En esta fase se produce la regeneración celular y la síntesis de proteínas, tan importante para hacer crecer los músculos. Es decir, es la fase en la que ocurre la magia.
Aunque pases ocho horas en la cama, si no consigues al menos pasar un 13 por ciento de ese tiempo en sueño profundo, tu cuerpo estará en deuda de sueño. Por lo tanto, al despertar tendrás esa sensación de haber dormido, pero sin descansar.
¿Por qué es importante el sueño profundo?
Durante el sueño profundo aumenta el metabolismo de la glucosa en el cerebro. Por lo tanto, se inicia un proceso para favorecer la memoria a corto y largo plazo. Sin esta fase del sueño, el hipocampo no almacena correctamente las nuevas experiencias en forma de recuerdos. Es decir, nos será más difícil aprender.
Además, durante esta etapa la glándula pituitaria secreta hormonas importantes, tales como la hormona del crecimiento. Esta conducen al desarrollo de todos los tejidos, desde la piel hasta el hígado y los músculos.
Por si esto fuera poco, la falta de sueño profundo está asociada a enfermedades como la diabetes o el Alzheimer. También hay trastornos del sueño que son alteraciones de las fases de sueño profundo, como el sonambulismo y los terrores nocturnos.
De acuerdo con expertos, las personas pasamos el 75 por ciento de la noche en sueño no REM y aproximadamente el 25 por ciento en sueño REM. Si todo va bien, entre el 13 y el 23 por ciento del tiempo lo pasamos en sueño profundo.
Sin embargo, el sueño profundo disminuye de duración con la edad. Los menores de 30 años tienen unas dos horas de sueño profundo cada noche. Mientras que los mayores de 65 solo llegan a media hora.
Consejos para aumentar el sueño profundo
- Reduce la luz y el ruido: para tener una mejor calidad de sueño nuestro cerebro necesita de silencio y oscuridad.
- Olvídate de las pantallas: si es posible usa un antifaz. En el caso del ruido, una máquina de ruido blanco te ayudará a eliminar los sonidos no deseados.
- No tengas reloj de pared en la habitación: antes e irte a dormir evita estar calculando cuántas horas dormirás.
- Invierte en una buena cama y colchón: aunque no lo creas, tener un buen lugar donde dormir ayudará a que descanses bien.
- Mantén una buena temperatura: dormir bien calientita es mejor, de esta manera no te despertarás buscando una fuente de calor.
- Crea una rutina de sueño: ayúdale a tu cuerpo a identificar cuando es momento de desconectarse y dormir. Antes de irte a la cama realiza actividades relajantes y evita las redes sociales.
- Trabaja en tu manejo del estrés: tu mente necesita despejarse de cualquier preocupación para lograr un buen sueño profundo.
- Evita algunas bebidas: no bebas cafeína, alcohol ni fumes por la tarde-noche, de esta forma evitas los estimulantes.
- Cena ligero: aléjate de las comidas pesadas antes de dormir, es mejor si cenas dos o tres horas antes de acostarte.
- Hidratación: no bebas agua justo antes de dormir para no despertar por la noche e ir al baño.
- Haz ejercicio: ejercitarte de manera recurrente hará que tu cuerpo esté en mejor estado.
- Cambia tus almohadas: después de un año, las almohadas pueden deformarse, interfiriendo con tu descanso.
- Dale importancia a tu salud mental: por último, te recomendamos ir con el psicólogo para sentirte más tranquila. Una mente despejada te hará alcanzar un sueño profundo.