Un informe realizado por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), reportó que las mujeres son quienes piden ayuda para sus familiares o personas cercanas, cuando estas sufren alguna adicción.
De cada diez personas que llaman a la línea oficial de atención, acompañamiento e información sobre consumo de sustancias o adicciones, siete son mujeres, pero paradójicamente las que tienen hijos son las que tienen mayores dificultades de acceso o adherencia al tratamiento cuando son ellas las que atraviesan por un problema de esta índole.
Durante el tercer trimestre de 2019, la línea de ayuda recibió 3 mil 986 llamadas, de las cuales 2 mil 677 fueron hechas por mujeres (67 por ciento), mientras que solo mil 309 los consultantes varones (33 por ciento).
Si se analizan las diferencias por género según el tipo de consulta, se encuentra que la mayoría de las consultas efectuadas por mujeres son indirectas (2 mil 457 de 2 mil 677 consultas femeninas).
Las que se solicita orientación o ayuda para un familiar, cónyuge, amigo/a o conocido. Tan solo 220 consultas (alrededor de un 5 por ciento) son directas: efectuadas por la mujer que presenta un consumo problemático de sustancias.
En cambio, en el caso de los varones, se observan valores similares entre consultas directas (695) e indirectas (614).
En el último Estudio Nacional en Población de 12 a 65 años sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas, expone las dificultades de acceso cuando las mujeres tienen que asumir la responsabilidad de la crianza y del hogar: el 79.8 por ciento de las féminas que realizaron tratamiento son jefas de hogar sin niños a cargo, el 17.6 por ciento no son jefas de hogar y no se registraron jefas de hogar con hijos que realizarán tratamientos.
El tratamiento por el trastorno de consumo de drogas en la mujer puede evolucionar en forma diferente al tratamiento del hombre. Según el National Institute on Drug Abuse o NIDA, pues el consumo en ellas tiende a avanzar más rápidamente desde la primera vez que consumen la droga hasta la adicción.
La abstinencia también puede ser más intensa para las mujeres. En algunos casos, responden en forma diferente a los hombres a ciertos tratamientos: por ejemplo, el reemplazo de nicotina (con parches o goma de mascar) no da tan buenos resultados en las mujeres como en los hombres.
Dejar de consumir drogas puede ser difícil para cualquier persona con un problema de consumo, pero las mujeres en particular pueden tener temor de buscar ayuda. Las mujeres en tratamiento a menudo necesitan atender las cargas del trabajo, el cuidado de la casa, el cuidado de los hijos y otras responsabilidades familiares.
Con información de Forbes, Ámbito y Mujer México
Portada: Dianova
Interiores: As, Salud 180 y Proyecto Puente