El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) informó que las mujeres y niñas con discapacidad suelen estar más expuestas a todo tipo de violencia, pero la sexual es la más frecuente en personas con dicha condición.
Según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 (Enadid), en México viven 7.1 millones de personas con discapacidad y en su mayoría son mujeres.
Por su parte, la Cartilla de Derechos Sexuales y Reproductivos de las Personas con Discapacidad dio a conocer que la violencia sexual se manifiesta a través del acoso, hostigamiento y violaciones, que derivan en embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, VIH y sida, así como esterilizaciones y adopciones forzadas.
Dicha dependencia, también se dio a la tarea de alertar que las mujeres y niñas con discapacidad están en riesgo mayor de estar expuestas a la pornografía y trata de personas.
Detalló que la desigualdad y la falta de oportunidades que viven las personas con discapacidad han propiciado que no se respeten sus garantías. Actualmente, existen prejuicios y paradigmas que las etiquetan y les impide tener un desarrollo en igualdad de condiciones en todos los ámbitos.
Las mujeres y niñas se enfrentan a la violación de sus derechos sexuales y reproductivos pues no les permiten tomar decisiones sobre su cuerpo y la forma de experimentar su sexualidad, lo que conlleva a generar situaciones de violencia física y psicológica.
Por su parte, el Inmujeres destacó que las mujeres con discapacidad tienen derecho a recibir una educación integral e inclusiva en sexualidad que garantice la toma de decisiones libres, responsables e informadas.
Otros datos alarmantes fueron los que dio la organización no gubernamental Handicap Internacional sobre las mujeres y niñas con discapacidad, en particular las que sufren algún trastorno mental, pues están diez veces más expuestas a la violencia sexual.
Recordó que el 35 por ciento de las mujeres, una de cada tres, están expuestas a violencia física, emocional o sexual por parte de su pareja o de un tercero, por lo que la situación de las que padecen algún tipo de discapacidad son las más frágiles porque suelen depender de otros.
La violencia sexual contra estas mujeres, sumada a otros factores como el nivel de educación, las creencias y tradiciones locales, pueden conllevar problemas de salud, traumas psicológicos, exclusión social y económica.
Con información Inmujer.gob.es, Noticieros Televisa y La Jornada
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