Sé que he estado un poco ausente estos días, pero con la llegada de marzo me he sumergido más que nunca en el feminismo de mi país. Mientras que en Madrid estudié sobre el movimiento, desde que llegué a México no he hecho más que vivirlo. Y no les voy a mentir: lo segundo es un *chingo* más difícil.
¿Pero de qué sirven los libros cuando nos están matando? Como feministas, debemos unirnos, salir a las calles, gritar por las que ya no están, crear una sororidad que los haga temblar. Sí, eso es imprescindible. Aunque también lo es escuchar las voces de nuestras ancestras, comprender el origen del movimiento y conocer a quienes han trazado el camino por el que ahora marchamos; para saber que no estamos solas.
Para entender que esta lucha es más grande que nosotras
A todas aquellas que han decidido iniciarse en el feminismo: les recomiendo infinitamente leer este manual básico de feminismo latinoamericano, para así vislumbrar las grandes ideas del movimiento por encima de la densa capa de prejuicios que se ha construido a su alrededor durante décadas.
A través de un recorrido que aborda temas como el cuerpo, el poder, la violencia, el sexo, la lucha activista y el amor, este libro las nutrirá de diversas teorías que parten desde la experiencia personal de cada una de las once columnistas que desde su trinchera, han luchado para alcanzar la igualdad en nuestro continente.
Decir que lo personal es político significa que nuestras experiencias personales no son aisladas, sino parte de un sistema político
Así es como Las mujeres que luchan se encuentran es un ir y venir entre la vivencia de la autora y las teorías feministas propias de la academia, dando como resultado un enjambre de textos e historias que te invitan a participar activamente en una conversación que, ahora más que nunca, es necesario que se escuche.
El mayor logro de esta obra escrita por Ruiz-Navarro, es que te hace cuestionar tu propio papel en esta maraña de opresiones al restregarte tus privilegios en la cara; incomodándote, sí, pero haciendo también que los aceptes para aprovecharlos a favor de esta lucha de voces tan diversas, tan potentes.
M. Yandró
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