De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el COVID-19 no es un virus al que los niños pequeños estén expuestos, básicamente lo han manejado como que son inmunes a su contagio. En China, donde nació el coronavirus, únicamente el 2.4 por ciento de los casos se dio en niños y 0.2 por ciento, enfermaron gravemente; por fortuna, ningún niño ha muerto como consecuencia de esta enfermedad.
¿Síntomas en recién nacidos?
Aunque la probabilidad de contraer este virus, los bebés recién nacidos tienen buena evolución ante esta enfermedad, por ello, es importante mantenerse alerta a los posibles síntomas que pudieran presentar, como fiebre, tos y dificultad respiratoria, así como vómito, diarrea y cansancio; sin embargo se han presentado casos asintomáticos.
Es importante vigilar si el bebé respira muy rápido, hunde el pecho, se le marcan las costillas, si rechaza la alimentación, o muestra signos de deshidratación o decaimiento.
Lo esencial es acudir de inmediato al pediatra para que valore si el recién nacido está o no infectado de COVID-19. Recuerde mantener la calma y estar segura de que el bebé presenta ciertos cambios.
¿Cómo evito que mi bebé se infecte?
El virus se transmite fundamentalmente a través de pequeñas gotas respiratorias que salen al hablar, toser, estornudar; así como por contacto con secreciones respiratorias; es esencial la higiene de manos y evitar el contacto cercano con personas con síntomas gripales o sospechas de infección.
En estos momentos, lo mejor que puedes hacer es limitar al máximo cualquier visita al recién nacido.
Cómo prevenir el contagio por COVID-19
- Lavado de manos de forma regular. Y el uso de geles hidroalcohólicos en aquellas situaciones en las que no tengamos acceso a agua y jabón.
- Evitar el contacto de las manos en ojos, boca y nariz.
- No estar cerca de otras personas (manteniendo una distancia de un metro aproximadamente).
- Cubriendo la boca al toser o estornudar con el codo flexionado o con un pañuelo desechable.
Los especialistas recomiendan mantenerse informado y no caer en especulaciones ni en pánico; además es importante acudir al médico si se presenta alguno de los síntomas o en caso de tener sospechas de padecer esta enfermedad.
Con información de El Español, Duna y Bebés y Más
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