Cristina Obregón, actriz y diseñadora, es ejemplo de cómo un hobby se puede convertir en un negocio que te genere ingresos mientras haces lo que te gusta.
En entrevista para Mujer México, Cristina Obregón nos platicó que le encanta hacer manualidades y jamás imaginó que esto se pudiera convertir en un trabajo de alta costura.
La actriz menciona que fue suerte; sin embargo, estamos seguras de que su talento como diseñadora fue lo que hizo que se le abrieran las puertas en el mundo de la moda.
Lo anterior, debido a que una amiga de Cristina, que sabía lo curiosa que era, le pidió que le hiciera un tocado de novia para una conocida.
Un poco desconcertada, la actriz aceptó, pero advirtió que ella no se dedicaba a hacer accesorios de novia.
Ese primer diseño bastó para que, de boca en boca, los tocados de novia que Cristina hacía como un pasatiempo, le fueran pedidos por otras futuras novias, hasta que llegaron a ojos de Macario Jiménez, uno de los diseñadores más reconocidos en México y que ha trabajado con importantes figuras de la política en el país.
Cristina Obregón señala que fue Macario quien le dijo que sus tocados eran accesorios de alta costura y esto le permitió no solo colaborar con él, sino que terminó haciendo un negocio con el que ha podido participar en varias ocasiones en Mercedes Fashion Week al lado otros diseñadores como Lydia Lavin.
Fue así como la actriz, que ha trabajado en telenovelas, teatro y películas como El estudiante, puso una pausa a su carrera en la farándula para dedicarse a otra de sus pasiones: el diseño.
Cristina señala que, si bien el negocio funcionó, decidirse a emprender no fue tan fácil, ya que tuvo que enfrentarse a sus miedos:
“Es un miedo enorme emprender. El miedo al fracaso, el miedo a invertir. Es un reto fuerte porque todo el mundo cree que estás ganando mucho, pero no sabe que estás invirtiendo en otras cosas. No, no es fácil”
Pese a los retos, Cristina Obregón sonríe e invita a otras mujeres, que tenga la inquietud de abrir un negocio, a que no dejen que el miedo las paralice.
En ese sentido, menciona que su mejor ‘aliada’ para concretar sus actividades y proyectos, no solo como diseñadora, sino como madre, es la organización.
Cristina Obregón está esperando a su segundo hijo y, sin miedo a desromantizar la maternidad, señala que, al convertirse en mamá por primera vez su mundo cambió y entró en una crisis que incluso casi la llevó a cerrar su taller.
No obstante, al organizar sus actividades encontró el equilibrio:
“Creo que la clave es la organización. Un día antes yo ya tengo todo planeado, incluso a qué hora me voy a bañar… tengo todo organizado. No porque seas mamá significa que tu vida se acabó”.
Así, Cristina Obregón no solo colocó sus piezas en boutiques de novias, sino que abrió su propio taller, en donde también se da tiempo para ofrecer un servicio personalizado, pues habla con la novia sobre su vestido y peinado para asesorarla.
Los tocados de Cristina Obregón sin duda son para aquellas novias que quieran lucir no solo algo bonito y de excelente calidad, sino también exclusivo, pues ellas pueden plantear su idea y Cristina se encarga de hacerla realidad.
Asimismo, pregunta a sus clientas el nombre de su futuro esposo para poder bordar sus iniciales en azul en la parte de atrás del tocado, lo que además de dar suerte, hace al accesorio aún más personalizado.
Todos los tocados son hechos a mano y Cristina pone atención a cada detalle, pues señala que los accesorios son superimportantes en el outfit de toda mujer, más aún en el de una novia, ya que son los encargados no solo de aportar estilo y personalidad, sino también de armonizar la silueta.
Si estás planeando tu boda, no dudes en contactar a Cristina Obregón quien, aquí entre nos, dijo que, debido al confinamiento por la pandemia, tiene una lista de clientes en espera, así que no tardes mucho para contactarla a través de sus redes sociales y pedir que confeccione ese pequeño detalle que hará la diferencia en tu look en un día tan especial.
Fotos: Instagram/ @cristinaobregonatelier, @crisobregon y cortesía Cristina Obregón