Alrededor del mundo y debido a la crisis del coronavirus, los pagos digitales han mantenido las economías en funcionamiento y han ayudado a las personas a reducir el contacto con el virus. Y tal y como mencionan Xiao y Chorzempa para el Foro Económico Mundial, este es justo el caso de China, cuyo uso de medios digitales es un gran ejemplo que países alrededor del mundo deberían tomar.
Todo comenzó con la epidemia de SARS en 2003, que aceleró el camino de este país asiático en el lanzamiento de pagos digitales y comercio electrónico en el país. Hoy día, en China la gente puede pagar con solo acercar su teléfono celular a un dispositivo. Y es algo que todos necesitamos, pero mejorado, o sea un sistema de identificación robusto, un acceso a internet que sea amplio y consistente, y con formas confiables de ingresar dinero en formatos digitales para que prosperen los pagos digitales.
En China, los pagos digitales sin contacto en el punto de venta, como por ejemplo el reconocimiento facial, los códigos de respuesta rápida, o las comunicaciones de campo cercano, pueden hacer que sea mucho menos probable que el virus se propague a otros a través de los intercambios de efectivo. Si tuviéramos las mismas facilidades que tienen los chinos, podríamos limitar las transacciones en persona y podríamos comprar lo esencial desde la comodidad de nuestro hogar. Por ello, en artículos anteriores que he escrito hago hincapié en seguir las iniciativas de comercio electrónico, ya que pueden ayudar a que pequeñas empresas mantengan el flujo de ingresos durante un tiempo incierto.
¿Por qué China es un buen ejemplo en este caso? Para empezar, los pagos en línea ayudan a que los fondos de estímulo estén en manos de los consumidores más rápidamente, ¿no? Por ejemplo, los gobiernos locales en China han distribuido cupones a través de WeChat Pay para alentar el gasto inmediato. Si nunca has escuchado hablar de WeChat, esta aplicación es una maravilla en China. Podríamos decir que es el WhatsApp asiático, pero con la gran diferencia de que puedes usar esta misma aplicación como si fuera tu ‘cartera electrónica’, es decir, no es necesario cargar efectivo a todas partes ya que podrás pagar lo que quieras desde tu celular.
Ahora bien, he aquí la explicación: El movimiento de China hacia una sociedad con poca liquidez ha ayudado a mantener la cuarentena y, a medida que se reinicie la economía, lo ayudará a reducir la transmisión de enfermedades durante ese repunte. Viéndolo por otra parte, en 2019 las plataformas de pago en línea no bancarias en China procesaron casi 35 mil millones de dólares (USD), según el Banco Popular de China (PBOC), mostrando la adopción generalizada de las plataformas (Xiao y Chorzempa, 2020).
Como mencionan Xiao y Chorzempa (2020), la experiencia de China con la epidemia de SARS en 2003 ayudó a lanzar pagos digitales y comercios electrónicos alrededor del país. El SARS forzó lo que hoy se convertiría en un cambio permanente en los comportamientos, es decir, los consumidores escondidos en sus casas recurriendo a sitios de comercio electrónico que anteriormente no eran de confianza, esto mientras que las empresas chinas adoptaron el comercio electrónico para la venta porque las personas se negaron a reunirse en persona. Es en ese mismo año en que Alibaba lanzaba Taobao, su primer sitio web de comercio electrónico orientado al consumidor, poco después creando Alipay para ayudar a resolver los pagos y los problemas de confianza que inhibieron el crecimiento de las compras en línea. JD.com también comenzó a vender productos en línea en 2003. Y fue así como se creó un crecimiento simbiótico entre comercio electrónico chino y los pagos en línea.
Esta transformación de uso de efectivo a un sistema moderno e innovador de pago a la entrega móvil requirió la cooperación de una variedad de partes interesadas más allá de los empresarios fintech. Los bancos decidieron cooperar y el gobierno se centró en construir una infraestructura crucial en las áreas de identidad, con acceso a internet y sistemas de pago heredados, todo al tiempo que fomentaba los pagos domésticos en línea y el comercio digital a través de regulaciones ligeras.
Increíblemente, alrededor de 960 millones de chinos llegaron a tener identificación formal en 2003, eliminando uno de los impedimentos más comunes en el mundo para dar cuenta de la propiedad: la falta de documentación de identidad. Para 2011, el 64% de los chinos tenían una cuenta en un banco o en un proveedor de dinero electrónico, casi el doble de la penetración de la India. La prueba de la propiedad de la cuenta bancaria sirvió como prueba de identidad para los pagos en línea, lo que hizo que el registro inicial para plataformas fuera más fácil y económico. Con los bancos procesando transacciones e integrando su banca en línea con su proceso de pago, ponen en juego su reputación para mantener seguros los fondos de billetera electrónica de los clientes, generando así confianza en el nuevo sistema (Xiao y Chorzempa, 2020).
Pero años atrás, 10 en específico y antes del SARS, una variedad de proyectos del gobierno chino sentaron una base importante para los pagos en línea, o sea la creación de un sistema de tarjeta de pago unificado para promover el comercio sin papel. Gracias a esto, con la llegada del SARS, las bases de la infraestructura ya estaban listas para desarrollarse, ya que cerca de 67 millones de personas, o sea el 5.2% de la población, tenían acceso a internet y 500 millones de tarjetas de pago estaban en circulación. Y algo muy interesante fue la poca burocracia por parte de reguladores como el PBOC para las compañías de pago en línea, ya que se dejó pasar el tiempo para que se promulgaran las regulaciones que rigen los pagos móviles. Es decir, esto permitió a empresas como Alipay y WeChat operar en un entorno con poca regulación para integrarse más fácilmente con los bancos (2020).
El SARS y China son excelentes ejemplos para esta pandemia. Tal y como demostró el SARS en China, el mundo después de COVID-19 estará más digitalizado. Los países que se queden atrás en los pagos digitales deberán desarrollar proactivamente su identidad, internet e infraestructura bancaria como lo hizo China, para aprovechar estos avances y sacarles jugo. También es importante, especialmente para los países más pequeños, construir un sistema de pagos internos basado en estándares globales que sea interoperable con el resto del mundo para participar activamente en la economía global (2020).
Eso sí, es claro que todo tiene un costo. La privacidad de datos sigue siendo una preocupación importante a nivel mundial. La adopción de pagos digitales por supuesto que también puede crear problemas en países que tienen menos conocimientos de tecnología o que carecen de recursos suficientes para comprar dispositivos que puedan soportar pagos digitales.
Aún así, Xiao y Chorzempa (2020) tienen razón en decir que los pagos digitales son indispensables en la economía digital de China. Por ejemplo, los pagos sin contacto a los taxistas o vendedores son posibles escaneando un código QR. Los pagos por elementos esenciales diarios, como facturas de teléfonos móviles, servicios públicos, alquileres o tarifas de internet, se pueden realizar a través de pagos móviles o banca en línea en China. Los gobiernos de todos los niveles también aceptan pagos móviles como método de pago. Los pagos digitales, en China, casi se han convertido en un bien público.
Desgraciadamente se ha estado mencionado que las reglas de distanciamiento social de la pandemia actual podrían estar en el mundo durante años. Las personas sin acceso a pagos digitales no solo pierden una herramienta para garantizar medidas de cuarentena durante los brotes, sino también los beneficios de la inclusión financiera y el comercio global cada vez más digitalizado más allá de COVID-19. Pero definitivamente, el camino de China para habilitar los pagos digitales debería proporcionar algunas lecciones a otros países (como el nuestro) ansiosos por seguir su ejemplo.
Referencia:
Xiao, Y., & Chorzempa, M. (2020, May 6). How digital payments can help countries cope with pandemics. Retrieved May 6, 2020, from https://www.weforum.org/agenda/2020/05/digital-payments-cash-and-covid-19-
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