Ruggs y Avery recientemente publicaron un artículo en MITSloan, en donde mencionan que las empresas no pueden seguir dándose el lujo de permanecer en silencio ante la injusticia racial. Y esto es muy cierto, ya que no solamente sus mensajes a la comunidad, sino más bien sus acciones, son las que pueden lograr marcar la diferencia en la sociedad.
En mayo de 2020, después de los asesinatos de Ahmaud Arbery, Breonna Taylor y George Floyd, y el lanzamiento de un video de una mujer blanca haciendo un informe policial falso sobre Chris Cooper, un hombre negro, la atención de Estados Unidos se centró en una plaga que ha estado preocupando a la nación durante siglos, pero ante la que sigue sin hacerse mucho ya que tristemente, el racismo, la discriminación racial y la muerte prematura de negros estadounidenses son consecuencias claras de la desigualdad.
Los asesinatos mencionados solo han sido unos cuantos y de los más recientes de un sinfín de casos indocumentados por los medios de comunicación, que desgraciadamente son regularmente testigos, vividos y experimentados dentro de la comunidad negra, y que demuestran las injusticias, inequidades y amenazas mortales que vive esta día con día en los Estados Unidos.
Pero, ¿por qué deberían actuar las empresas? Cuando tratamos el tema del racismo, hay mucho por hacer. Puede sentirse abrumador. Al mismo tiempo, es fácil caer en la trampa de decir lo correcto pero hacer muy poco… o peor aún, decir lo correcto, pero hacer lo contrario (McGinnis, 2020).
Es fundamental que organizaciones líderes se involucren con el tema del racismo y la discriminación (Ruggs & Avery, 2020):
- Por el efecto que causa en los empleados
- Porque así demuestran claramente su compromiso genuino con la diversidad y los derechos humanos
- Porque sin su ayuda, la injusticia social y el racismo continuarán siendo perjudiciales
- Es necesario evitar problemas en las organizaciones y evitar que no se sientan respaldados por sus mismos colegas o gerentes
Y no solo eso. Además, la forma en que las organizaciones respondan a los problemas de justicia social será un reflejo e indicador de su verdadero apoyo a la diversidad que mostrarán los empleados, ya que podrán dejar de permanecer en silencio, sus derechos serían respetados, y se sentirían parte de la misma empresa.
Claro que no faltan aquellas organizaciones que opten por no tomar una posición pública sobre la injusticia racial debido a distintas creencias, como por ejemplo el que ‘sea prudente’ no involucrarse en asuntos sociales o políticos. Sin embargo, esa postura a estas alturas es tanto problemática como insuficiente por varias razones que citan los autores:
- El racismo no es un problema político. Está mal, punto final. Reconocer esta verdad es una expresión de valores centrales
- El silencio es en sí mismo una posición, particularmente en un tema de valores fundamentales donde no hay territorio neutral entre lo correcto y lo incorrecto. Ignorar el problema puede enviar el mensaje de que la organización no lo considera lo suficientemente importante o, lo que es mucho peor, que la organización no reconoce el racismo como un problema
- El silencio sobre este tema socava cualquier reclamo que haga la organización de que apoya la diversidad y puede dañar su posición entre los empleados y clientes para quienes esos valores son importantes
Entonces, ¿qué deben hacer los líderes organizacionales para ayudar a los empleados a enfrentar estos eventos? Ruggs y Avery (2020) mencionan cinco acciones que se pueden tomar para contribuir a abordar el problema del racismo y ayudar a que los empleados puedan enfrentarlo.
- Hablar: Las organizaciones tienen que hablar, deben tranquilizar a los empleados respecto a su postura sobre la diversidad y contra la violencia, el odio y el racismo. Y se puede demostrar con correos electrónicos, mensajes directos del CEO, e inclusive una declaración pública a la prensa, o, a través de las redes sociales. Por ejemplo Netflix, Peloton y Ben & Jerry’s lo han demostrado. Reconocen el problema y el dolor que sienten los empleados, y esto claro que puede ayudarlos a sentirse apoyados, brindando mayor comodidad durante estos momentos
- Educarse: Las organizaciones deben hacer esfuerzos para educarse sobre las formas en que el racismo sistémico está afectando las vidas de los negros en los Estados Unidos. Usar materiales, investigaciones y libros que brinden información sobre el verdadero problema del racismo sistémico y cómo ser parte de la solución: White Rage, de Carol Anderson; El nuevo Jim Crow, de Michelle Alexander; White Fragility, de Robin DiAngelo; Cómo ser un antirracista, de Ibram X. Kendi, y La persona que quiere ser, de Dolly Chugh. Todo con el fin de obtener una mejor comprensión de los problemas y las formas específicas en que se puede apoyar a las minorías para poder tomar medidas más efectivas como parte de la solución. También sería importante desarrollar la capacidad para empatizar con las experiencias de las personas negras en Estados Unidos, incluidos sus empleados negros, y resaltar las formas en que el racismo sistémico va más allá de la vigilancia para incluir fenómenos cotidianos como los prejuicios y la discriminación en el lugar de trabajo
- Practicar con el ejemplo: Si bien hablar y reconocer la injusticia es importante, los líderes deben ir más allá de esto para participar en comportamientos que corroboren sus palabras. Los estadounidenses negros son especialmente sensibles a las discrepancias entre lo que los líderes dicen y lo que hacen, y con justa razón. Los líderes pueden ofrecer tanto apoyo directo a empleados individuales, como apoyo institucional a gran escala. Un ejemplo es crear espacios con diálogos honestos y abiertos sobre cómo los empleados se ven afectados por estos eventos sociales. Estos espacios pueden brindar apoyo a quienes lo necesitan; también pueden ofrecer oportunidades para que las personas con menos conocimiento del racismo sistémico aprendan de sus compañeros de trabajo sobre cómo los afectan estos eventos. Estas conversaciones pueden ayudar a mejorar el clima organizacional y la dinámica de los compañeros de trabajo dentro de la empresa
- Invertir: Las organizaciones pueden buscar formas de alinear las actividades comerciales y los compromisos de responsabilidad social corporativa mediante el apoyo a iniciativas que verdaderamente buscan mejorar las condiciones para las minorías y las poblaciones vulnerables. Un ejemplo de iniciativas de apoyo es dirigir las donaciones corporativas a los esfuerzos contra el racismo. Empresas como Apple, Intel y Glossier han realizado recientemente donaciones a diversas campañas que buscan mejorar la justicia racial. Otra forma de abordar esto es retirar fondos de socios comerciales que están contribuyendo directamente al problema. La Universidad de Minnesota recientemente proporcionó un excelente ejemplo de esto al cortar la mayoría de sus lazos con el Departamento de Policía de Minneapolis
- Participar en la introspección: Los líderes deben ser introspectivos sobre las estructuras y sistemas que permiten que prosperen el racismo y el odio. El racismo sistémico que hace posible que ocurran eventos trágicos y a menudo fatales en la Policía en nuestra sociedad también a menudo subyace a sistemas que son menos mortales pero aún dañinos dentro de nuestras organizaciones. De hecho, el sesgo racial perjudica a los empleados negros en casi todos los aspectos del ciclo laboral (datos estadísticos se pueden ver en el artículo anteriormente publicado), incluida la selección, las negociaciones salariales, la movilidad ascendente y la retención. El sesgo racial dentro de las organizaciones es a menudo sutil y difícil de detectar; sin embargo, ocurre en todas las industrias y en todo tipo de trabajos, y contribuye a innumerables consecuencias, incluida la continua desigualdad económica entre los estadounidenses negros y blancos.
Las organizaciones son las que pueden tomar medidas que ayuden a los empleados durante este período de duelo y contribuyan al desmantelamiento de los sistemas de racismo.
McGinnis por su parte tiene mucha razón en hacer responsables a las empresas, ya que es fácil sentirse impotente cuando el racismo es un problema tan generalizado, y en este caso uno que ha sido parte del tejido de Estados Unidos desde su fundación, y que requiere una solución integral. Por supuesto, todos podemos actuar individualmente para alzar nuestras voces en este momento. Ya sea que salgas a la calle para protestar o te eduques sobre por qué el racismo está vivo en 2020; tomar esa acción personal es esencial. Aún así, no se trata solo de ninguno de nosotros. Necesitamos pedir más a nuestros líderes porque no se trata solo de los derechos humanos y los derechos de los estadounidenses negros, se trata de la democracia: la democracia nunca será fuerte hasta que reconozcamos por completo cómo el racismo la socava para luego solucionar ese problema.
Las empresas pueden desempeñar un papel fundamental en la implementación de un cambio real: en la actualidad, por triste que sea, las empresas tienen más poder político que los votantes, especialmente los estadounidenses negros que a menudo son privados de sus derechos.
Asimismo, comenta que a su parecer, en Estados Unidos, los negocios tienen el mayor poder político. Debido a nuestras leyes de financiamiento de campañas y al dinero casi ilimitado en la política, las empresas tienen una capacidad básicamente ilimitada para financiar candidatos y luego decirles a los candidatos qué asuntos deben ser prioritarios. Entonces, si el gobierno en todos los niveles no aborda el racismo, las empresas tienen que decirle que lo haga. Y, a su vez, la comunidad debe decirles a las empresas que están siendo observadas y que se espera que hagan lo correcto al movilizarse en temas de justicia económica, social y racial de manera innovadora y basada en evidencia.
Las empresas deben dar un paso adelante para resolver el problema del racismo sistémico. Sus empleados (y clientes y partes interesadas) pueden ayudarlos a hacer esto exigiendo acciones reales en lugar de marketing en redes sociales. El mensaje que todos deberíamos enviar a las corporaciones es simple: olvida los hashtags, las publicaciones de Instagram y los tópicos. Solo haz el trabajo. Los hechos antes que las palabras (McGinnis, 2020).
Referencias:
McGinnis, P. (2020, June 13). Here’s Something Concrete that Business Can Do to Fight for Racial Equity. Retrieved June 17, 2020, from https://www.linkedin.com/pulse/heres-something-concrete-business-can-do-fight-racial-mcginnis?trk=eml-email_series_follow_newsletter_01-hero-1-title_link&midToken=AQFiYcA_F_SVhw&fromEmail=fromEmail&ut=0bpDzaUMxr-Vg1
Ruggs, E. N., & Avery, D. R. (2020, June 10). Organizations Cannot Afford to Stay Silent on Racial Injustice. Retrieved June 10, 2020, from