La alimentación intuitiva es una alternativa para bajar de peso sin la rigidez de una dieta o el miedo a subirse a la báscula.
Al pensar en bajar de peso, tal vez no puedas apartar de tu mente la idea de dieta. Sin embargo, la alimentación intuitiva es una opción más segura y efectiva. Nosotras te diremos qué es y cuáles son sus beneficios.
Cuando se tienen kilos de más, dejar de comer todo lo que te gusta parece una solución obvia. Sin embargo, a largo plazo se convierte en un problema.
Las dietas restrictivas suelen ser muy bajas en calorías con el objetivo de una pérdida de peso rápida. Aunque al inicio podrías ver resultados increíbles, con el paso de los meses estás expuesta a sufrir el efecto rebote.
Así es, eliminar un grupo de alimentos o limitar lo que comes puede darte una reducción de talla. Sin embargo, solo verás los resultados a corto plazo.
Cuando comes poco, tu cerebro lo interpreta como una hambruna. Para defenderse, activa el modo ‘ahorrador’. Con este mecanismo, aumenta la sensación del hambre y la disminución de la saciedad.
Además, tu metabolismo se ralentiza. En consecuencia, tu organismo se predispone a una sobrealimentación. No importa qué tan buena sea tu dieta restrictiva, a largo plazo puede resultar insostenible.
Debido a lo anterior, la mejor alternativa es practicar la alimentación intuitiva o consciente. Nosotras te diremos por qué.
¿Qué es la alimentación intuitiva?
La alimentación intuitiva consiste en conectar tu mente y tu cuerpo para llevar a cabo una óptima ingestión.
Como lo mencionamos anteriormente, las dietas restrictivas generan carencias nutricionales. Además, obligan a tu organismo a pasar hambre, lo que puede ocasionar demasiado estrés y ansiedad. Ambos pueden evitar la pérdida de peso.
La alimentación intuitiva consiste en volver a confiar en tu cuerpo. Tal vez esto suene complicado, más cuando experimentas esos antojos calóricos y deliciosos. Sin embargo, parte del proceso es distinguir entre los siguientes conceptos:
Hambre física. Es un impulso biológico por medio del cual el cuerpo pide la reposición de nutrientes. Por ello, el estómago gruñe, sientes fatiga o puedes estar irritable. Una vez que comes, tu organismo se satisface y puedes continuar con tus actividades de manera normal.
Hambre emocional. Tus ganas de ingerir algo surgen a partir de una necesidad emocional. Usualmente, ocurre cuando sientes tristeza, soledad o aburrimiento. Principalmente de estos sentimientos surgen los antojos. Si los satisfaces, podrías sentir culpa y enojo contigo misma. Sin mencionar que tu organismo podría resentir la llegada no solicitada de alimentos.
Para aprender a distinguir el hambre real de la sentimental debes hacer algo muy simple. Come cuando te apetezca y detente cuando tu estómago esté lleno.
No trates de lidiar con tus emociones ingiriendo comfort food. No está mal disfrutar de un antojo, pero esa necesidad debe ser legítima. Si te sientes mal, usualmente ni siquiera disfrutas de ese bocadillo tan delicioso.
10 principios básicos para practicar la alimentación intuitiva
1. Olvida las dietas. Haz a un lado la mentalidad del fracaso porque no pudiste comer solo 600 calorías. Nada que te haga sentir mal contigo misma puede ser la clave para tu bienestar. Este es un principio básico de la alimentación intuitiva.
2. Respeta tu hambre. Este proceso biológico es normal y no debe asociarse con algo negativo. Tu cuerpo debe saber que siempre tendrá acceso a la comida. No lo estreses ni lo maltrates, tu salud depende del cuidado que le des.
3. Reconcíliate con la comida. Date la oportunidad de ingerir lo que se antoje. Comer lo que deseas no debe generarte culpa. Recuerda que los alimentos no son ‘buenos’ o ‘malos’.
4. Olvida la mentalidad de la dieta. No te castigues y aprende a disfrutar de cada bocado; no importa si es una ensalada o un postre. Esto es primordial para la alimentación intuitiva.
5. Siéntete plena. Al comer, debes consultar a tu cuerpo sobre si está disfrutando la comida.
6. Elije la satisfacción por encima de la llenura. Si comes lo que quieres, te sentirás contenta. En la mayoría de las ocasiones, con una ración más pequeña.
7. Lidia con tus emociones sin comida. Tus sentimientos, así como tu hambre, no deben ser un problema. Ocultarlos bajo una montaña de helado no te ayudará.
8. Respeta tu cuerpo. Nada de juzgar ni criticar. Aceptarte tal y como eres no es sencillo, pero es un proceso necesario en la alimentación intuitiva.
9. Haz ejercicio por placer. No pienses en cuántas calorías quemarás, sino en cómo te sientes.
10. Piensa en tu salud. Analiza cómo te hacen sentir ciertos alimentos. No pienses en el sabor, sino en qué tan sencillo es para tu organismo digerirlos. Incluso, en la energía que te dan después de ingerirlos.
Beneficios de la alimentación intuitiva
La alimentación intuitiva te permitirá reconectarte con tu cuerpo. Él tiene una sabiduría natural para saber lo que es bueno para ti. Comer no debe partir de un manual de reglas imposibles de aplicar, sino desde la libertad.
Tu salud se estabilizará. La sensación de ser dueña de tus decisiones no te la dan las dietas. Si aplicas este estilo de vida, las funciones de tu organismo se equilibrarán. Recuerda que le darás justo lo que necesita.
Mejorarás la relación con tu cuerpo. La alimentación intuitiva te ayudará a hacer a un lado esos pensamientos obsesivos acerca de la comida. Pasarás de sentir culpa y vergüenza por lo que ingieres a preguntarte cosas como:
“‘¿Por qué estoy comiendo?, ¿estoy comiendo desde el miedo o desde la libertad?, ¿por qué estoy haciendo ejercicio?’”
Asimismo, la alimentación intuitiva te ayudará a dejar de compararte con otras personas. Incluso, podrás dejar atrás la ansiedad que eso te provoca. No hay nada mejor que sentirte satisfecha por dentro y por fuera, ¿no lo crees?
Consejos para llevar una alimentación intuitiva
Come cuando tengas hambre y deja de comer cuando estés satisfecha. Parece simple, pero implica aprender a reconocer ambos estados. No te estreses, la alimentación intuitiva es un proceso de aprendizaje.
No elimines grupos de alimentos. Recuerda que ningún platillo es bueno y malo por sí mismo.
Nada de báscula. Un peso bajo no es sinónimo de salud. Si quieres mejorar tu relación con la comida, no te peses.
Limpia tus redes sociales. No sigas cuentas que te provoquen incomodidad con tu cuerpo. Elimina todo lo que promociona dietas y pérdida de peso fácil o rápida. Sigue a influencers que comparten mensajes positivos sobre la alimentación, salud y bienestar.
No le temas al hambre. Este proceso es natural. Come cuando tu cuerpo te lo pida para que no termines atacando la nevera.
Date permiso a comer lo que se antoje. Tu cuerpo debe saber que puede disfrutar de un pedazo de paste, una hamburguesa o lo que sea. Esto hará que el antojo no se tan intenso que quieras comer más de una pieza. No hay nada que te deje más satisfecha que disfrutar de tus comidas.
Si sigues estos consejos, la alimentación intuitiva no solo te ayudará a controlar tu peso. También te motivará para mantenerte activa. Lo mejor de todo es que podrás hacer ejercicio sin presiones ni estrés. Esto, a su vez, te permitirá cuidar tu salud mental.
¿Te animas a probar los beneficios de la alimentación intuitiva?
Con información de Quién, Infobae, BBC, Mujer Hoy y FoodSpring
Portada: Freepik y Mujer México
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