De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el matrimonio infantil se define como un matrimonio formal o unión informal antes de los 18 años. Esto puede tener una serie de repercusiones muy graves para el desarrollo de los infantes; sin embargo, los acuerdos, tratados y leyes, tanto nacionales como internacionales, no han sido eficientes en erradicar esta práctica.
India es un caso muy especial, pues, lamentablemente, se encuentra posicionado como el segundo país con mayor incidencia en matrimonio infantil, solo precedido por Bangladesh.
La particularidad de este país es que es uno que ha intentado adaptar preceptos occidentales, en aras de acoplarse a un mundo globalizado que busca salvaguardar los derechos de todos y todas, característica que comparte con México.
Y es que sí, aunque no lo parezca, la región asiática es más similar a la tierra azteca de lo que podemos llegar a creer.
Para empezar, compartimos las secuelas de haber sido colonizados por potencias europeas. India fue tomado por Inglaterra entre 1858 y 1947, sufriendo una modificación en su estructura social, que cambió por completo el sistema de castas y la percepción hacia las mujeres en ese país.
Años antes, lo que ahora conocemos como México, vivió la invasión de los españoles, quienes influenciaron el destino de la nación, adaptando su religión, costumbres y cultura a la de los aztecas, mayas y otros pueblos originarios.
Al mismo tiempo, ambos países, han intentado dar pasos agigantados para cumplir con las agendas de países ‘desarrollados’, sin tomar en cuenta la realidad que rodea a su gente.
En el caso de India, la prohibición al matrimonio infantil comenzó con un movimiento liderado por ‘mujeres’ blancas y europeas durante el Raj Británico, quienes vieron a las niñas y a las féminas de ese país como débiles y sumisas.
Al contar con un sistema de castas modificado por Gran Bretaña, el sistema patriarcal dominante encontró una manera de detener los movimientos feministas que habían comenzado las indias, como la abolición de la Ley del Sati en 1929.
Así, se crearon normas occidentales que camuflarían la situación de opresión que la mujer en el país asiático vive, aun cuando existen firmas de acuerdos internacionales y ratificaciones.
Actualmente las niñas en la India son prometidas a sus esposos al nacer y entregadas aproximadamente a los 10 años, cuando generalmente tienen su primera menstruación. La mujer sigue siendo cosificada, sigue siendo vista como una carga para su padre, se le sigue negando la educación y es intercambiada por bienes materiales.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, 140 millones de menores serán casadas en el mundo, lo que se traduce en 30 mil niñas al día, y 40 por ciento de ellas pertenece al país asiático.
Pero ¿por qué niñas? y ¿por qué a los 10 años?
La mujer en la India no es víctima, la mujer india tampoco está atada a la tradición: en realidad vive las consecuencias de un mal intento de homologación entre el Derecho Tradicional Hindú, y si existe cierta ignorancia respecto a los mecanismos que su país ha adoptado para detener los abusos contra ellas, no es porque las féminas no busquen la emancipación, sino porque la educación de las indias es entorpecida y controlada por el hombre en un periodo clave, durante la infancia.
La mayoría de las mujeres, tanto en México como en otras naciones, no está conforme con el papel que se le ha dado. En el caso del país asiático, se escucha el grito ‘Mahila-shakti, sindaabad/ larga vida al poder de la mujer’, y aquí todas gritamos a todo pulmón ‘ni una menos’.
Bibliografía: Impact of Cultural and Religious Practices of Prostitution on the Trafficking of Woman in India, Emancipación sin utopía, De Femiismo y Poscolonialismo: Refleciones desde el Sur del Río Bravo, The Chaos of Empire: The Birtih Raj and the Conquest of India y Las reformas del derecho en India: el matrimonio de niños entre derecho hindú tradicional e intervención estatal
Interiores: Twitter @hrw_espanol y @End2ChildAbuse
Portada: Unicef