Sojourner Truth fue una de las primeras mujeres negras que ganó un juicio contra un hombre blanco por la custodia de su hijo.
Sojourner Thuth nació en la esclavitud y dedicó su vida a luchar contra ella. Además, se convirtió en una firme defensora de los derechos de las mujeres.
En el siglo XIX, la feminista negra ganó popularidad en Estados Unidos por exigir la igualdad entre razas y sexos. En su biografía aparecen varios discursos abolicionistas. Su trabajo durante y después de la Guerra Civil le valió el reconocimiento del presidente Abraham Lincoln.
Sojourner Truth se dedicó a luchar por varias causas. Sin embargo, la abolición de la esclavitud fue una de los pocos avances que pudo ver realizados durante su vida.
La feminista negra fue una de los varios esclavos fugitivos que alcanzaron fama como líderes abolicionistas. Además, su historia se convirtió en un testimonio de la humanidad de las personas esclavizadas.
En 1970, la Universidad Estatal de Nueva York New Paltz, en New Paltz, Nueva York, le dio su nombre a la Biblioteca Sojourner Truth.
Además, existe una organización sin fines de lucro patrocinada por Poor Handmaids of Jesus Christ ubicada en Gary, Indiana. The Sojourner Truth House atiende a mujeres sin hogar y en situación de riesgo y a sus hijos. Les proporciona refugio, asistencia, programas terapéuticos y alimentos.
A continuación, te contaremos un poco sobre la vida y la lucha de Sojourner Truth.
Sojourner Truth: primeros años
Sojourner Truth nació bajo el nombre de Isabella. Sus padres, James y Elizabeth Baumfree, eran esclavos en el condado de Ulster, Nueva York.
Se estima que la feminista negra vio la luz por primera vez en el año de 1797. Sin embargo, no existe un registro que lo respalde, como era común entre los niños nacidos en la esclavitud.
La familia Baumfree era propiedad del coronel Hardenbergh, quien tenía una finca en Esopus, al norte de Nueva York. Debido a que la zona había estado bajo el control holandés, Bella hablaba ese idioma.
Tras la muerte de Hardenbergh, los Baumfrees pasaron a ser propiedad del hijo de su amo, Charles. En 1806, tras el deceso de este hombre, Soujorner Truth y sus padres fueron separados.
A los 9 años, Isabella fue vendida como esclava en una subasta, junto con un rebaño de ovejas, por 100 dólares. Su nuevo dueño sería John Neely, un individuo duro y violento.
La pequeña Bella sería comercializada dos veces más, hasta que a los 13 años fue comprada por John Dumont, en West Park. Bajo el dominio de este hombre, la feminista negra aprendió a hablar inglés.
Cuando Isabella tenía 18 años se enamoró y tuvo la hija de un esclavo llamado Robert. Sin embargo, el dueño de este les prohibió casarse, pues todos los hijos que tuvieran serían propiedad de Dumont y no de él. Los enamorados fueron obligados a distanciarse y nunca se volvieron a ver.
Más tarde, Soujourner Truth fue obligada a casarse con Thomas, otro esclavo propiedad de su mismo dueño. Con él tuvo cuatro hijos: James, Peter, Elizabeth y Sophia.
Soujourner Truth y su lucha por la libertad
Dumont le prometió a Isabella que le concedería la libertad el 4 de julio de 1826. Sin embargo, cambió de opinión y al llegar la fecha se rehusó a dejarla ir. Por esos años, Nueva York se encontraba legislando la emancipación.
Bella tomó a su hija más pequeña, pues sus otros hijos legalmente pertenecían a su dueño, y se fue de la finca. Años después explicó sobre su decisión:
“No me escapé, porque pensé que eso era malo; pero me fui, creyendo que estaba bien”
Soujourner Truth llegó a New Paltz, donde junto con su pequeña fue acogidas por Isaac y Maria Van Wagenen.
Dumont le reclamó su ‘propiedad’ a la pareja, por lo que esta le pagó 20 dólares por sus servicios. En 1827, la ley Anti-Esclavitud de Nueva York, que emancipaba a todos los esclavos entró en vigor e Isabella ganó su libertad.
Sin embargo, años después Dumont vendió ilegalmente a Peter, hijo Bella, quien tenía solo 5 años. Con la ayuda de los Van Wagenens, ella presentó una demanda para recuperarlo y la ganó.
Gracias a este hecho, Soujourner Truth se convirtió en la primera mujer negra en proceder legalmente contra un hombre blanco en un tribunal de Estados Unidos.
El impacto del cristianismo en Sojourner Truth
Los Van Wagenens tuvieron un profundo impacto en la espiritualidad de Soujourner Truth. Ella se convirtió al cristianismo y en 1829 se mudó a la Nueva York junto con su hijo Peter con el evangelista Elijah Piernson.
Isabella trabajó como ama de llaves para el predicador durante tres años. Posteriormente, hizo lo propio con el pastor Robert Matthews.
Sin embargo, cuando Pierson murió, Isabella y Matthews fueron acusados de asesinato y de robo. La feminista negra interpuso una demanda para limpiar su nombre y fue absuelta.
En 1843, Isabella finalmente cambió su nombre a Sojourner Truth y comenzó predicar el evangelio. Asimismo, decidió hablar en contra de la esclavitud y la opresión.
En 1844, la mujer se unió al grupo abolicionista Asociación de Educación e Industria de Northampton, en Massachusetts. Ahí, conoció a otros defensores de los derechos de los afroamericanos, como Frederick Douglass. Este sería el inicio de su carrera como activista por la igualdad.
La organización impulsó varias reformas, entre ellas, los derechos de las mujeres, hasta 1846, cuando se disolvió. Sin embargo, Soujourner Truth continuó destacándose como activista y reformadora.
Más tarde, la feminista negra se unió a las principales defensoras de los derechos de las mujeres de su época. Entre ellas, las sufragistas Elizabeth Cady Stanton y Susan B. Anthony.
¿Acaso no soy una mujer?: el poderoso discurso de Sojourner Truth
En 1851, Sojourner Truth acudió como oradora a la Convención de los derechos de la Mujer en Akron, Ohio. En ese evento dio su célebre discurso ¿Acaso no soy mujer?
En esta reflexión, la abolicionista explica las desigualdades de género y los derechos de las mujeres. De acuerdo con los historiadores, se trata de una forma de feminismo muy avanzada para la época. En ella señalaba la discriminación que sufrió al ser una mujer negra:
“Los caballeros dicen que las mujeres necesitan ayuda para subir a las carretas, para pasar sobre los huecos en la calle y tener el mejor lugar en todas partes. Pero a mí nadie nunca me ha ayudado a subir a las carretas o a saltar charcos de lodo ni me ha dado el mejor puesto. ¿Acaso no soy una mujer? ¡Mírenme! ¡Miren mis brazos! ¡He arado, sembrado, trabajado en los establos y ningún hombre lo hizo nunca mejor que yo! ¿Y acaso no soy una mujer? ¡Puedo trabajar y comer tanto como un hombre, si es que consigo alimento, y puedo aguantar el latigazo también! ¿Y acaso no soy una mujer? He tenido trece hijos y he visto a casi todos vendidos como esclavos, y cuando lloré por el dolor de mi madre, ¡nadie más que Jesús me escuchó! ¿Y no soy una mujer?”
La poderosa retórica de Sojourner Truth convirtió a este discurso en el más famoso. Sin embargo, muchas de las transcripciones no incluyeron la pregunta ‘¿Acaso no soy una mujer?’. Tal fue el caso de la primera versión publicada en el periódico de Ohio The Anti-Slavery Bugle.
La famosa frase aparecería impresa doce años después, en una versión sureña de la disertación de la feminista negra.
A continuación, te compartimos el discurso completo ¿Acaso no soy una mujer? interpretado por la actriz nominada al Oscar, Alfre Ette Woodard:
El activismo de Sojourner Truth durante la Guerra Civil
Durante la Guerra Civil, Sojourner Truth ayudó a reclutar soldados negros. En Washington D. C., trabajó para la Asociación Nacional de Ayuda para los Libertos.
Además, la feminista convenció a mucha gente para que donara alimentos, ropa y otros suministros a los refugiados negros.
El activismo de Sojourner Truth le valió una invitación a la Casa Blanca por parte del presidente Abraham Lincoln, en 1864. Durante su reunión, le mostró una Biblia que le dieron los afroamericanos en Baltimore.
Mientras la abolicionista estaba en Washington, puso de manifiesto su desdén por la segregación. Se atrevió a subir a tranvías exclusivos para blancos. Incluso, cuando un conductor trató de impedirle el paso de forma violenta, ella lo demandó y el individuo fue arrestado.
Cuando terminó la Guerra Civil, Sojouner Truth trató exhaustivamente de encontrar trabajo para los negros liberados agobiados por la pobreza. Más tarde, solicitó al Gobierno estadounidense que diera tierras a los esclavos liberados. Aunque reunió miles de firmas para tal propósito, el Congreso nunca hizo nada al respecto. La abolicionista no se dejó vencer y ayudó a muchos a encontrar trabajo y a construir nuevas vidas.
La feminista negra se involucró mucho en el tema del sufragio femenino. Sin embargo, rompió con las líderes cuando Elizabeth Stanton declaró que no apoyaría el voto de los hombres negros, a menos que las mujeres también tuvieran ese derecho.
Sojourner Truth: últimos años
Sojourner Truth se mudó en 1867 a Battle Creek, Michigan, junto a sus hijas. Desde ese lugar continuó hablando en contra de la discriminación racial y a favor del sufragio femenino. Sin embargo, incluso en los círculos abolicionistas algunas de sus opiniones fueron consideradas radicales.
Una de las frases más famosas de su discurso ¿Acaso no soy una mujer? es un ejemplo de ello:
“Entonces, ese hombrecito de negro dice que las mujeres no pueden tener tantos derechos como los hombres porque Cristo no era una mujer. ¿De dónde vino tu Cristo? ¿De dónde vino Cristo? ¡De Dios y una mujer! El hombre no tuvo nada que ver con él”
Sojourner Truth también se destacó por disentir de líderes de derechos civiles, como Frederick Douglass. Él consideraba que la igualdad de derechos para los hombres negros estaba por encima de las mujeres negras.
Por dicha razón, la feminista expresó públicamente su preocupación luego de que el movimiento fracasara. Pese a que logró victorias para el sector masculino, dejó a las mujeres blancas y negras sin sufragio y a otros derechos políticos.
Sojourner Truth vivió sus últimos años casi ciega y sorda, hasta que murió el 26 de noviembre de 1883. Aunque los registros establecen que tenía 86 años, su lápida conmemorativa indica que tenía 105 años.
El legado de la defensora de los derechos y la igualdad es hasta nuestros días indiscutible. El valor de sus palabras y su lucha han valido el reconocimiento histórico en monumentos y estatuas. Además, también dejó canciones, discursos y su autobiografía.
Esta última fue titulada The Narrative of Sojourner Truth. Cada palabra contenida en esta obra fue dictada por Soujourner Truth a Olive Gilbert en 1850, pues quien fuera una de las feministas más reconocidas de su tiempo nunca aprendió a leer ni a escribir.
Con información de Sojourner Truth Memorial Committee, National Women’s History Museum, Biography, History y Mujer Palabra
Portada: Biography, Social Welfare y Mujer México
Interiores: Twitter @habsburge @tizifino @micheleherrmann @amightygirl @MonumentalWomen @HistoryFootnote @claconame @Jan34733995