Guadalupe Cleva Villanueva López, investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), encabeza un importante estudio que busca sustituir inyecciones de insulina en pacientes de diabetes mellitus tipo I y tipo II en etapa avanzada.
Villanueva López dirige la investigación en la Escuela Superior de Medicina del IPN y ha realizado diversos estudios con ratas diabéticas por más de una década.
Guadalupe Cleva Villanueva López es doctora en Ciencias con Especialidad en Farmacología y su trabajo incluye investigación básica y clínica.
De acuerdo con la página del IPN, el campo de investigación de Villanueva López incluye estrés oxidativo que se produce en circunstancias fisiológicas como el ejercicio aeróbico y condiciones patológicas, tales como diabetes, isquemia cerebral, shock séptico y la exposición al ozono.
De acuerdo con la científica, el último hallazgo fue fortuito y por ello tuvo que modificar la línea de averiguación:
“Para reducir el nivel de glucosa en ratas diabéticas probamos una sustancia que solo se puede disolver con algunos solventes a los que llamamos vehículos; a un grupo de roedores le inyectamos el compuesto diluido y a otro únicamente el disolvente. Durante la evaluación observamos que ambas sustancias reducían la glucosa, por lo que en los experimentos decidimos usar únicamente el vehículo sin el compuesto original, los repetimos en diversas ocasiones y en todas ellas comprobamos que su efecto es parecido al de la insulina”.
El estudio consistió en administrar el vehículo vía intraperitoneal diariamente durante catorce semanas a un grupo de ratas hembras y machos con diabetes tipo I (enfermedad que solo puede tratarse con insulina), a otro grupo de roedores diabéticos no se le administró el solvente y a un tercer grupo de animales sanos le aplicó el diluyente.
La investigadora y su equipo corroboraron que el primer grupo se mantuvo estable con un índice entre 150 y 180 miligramos por decilitro (mg/dl) de glucosa en la sangre; mientras que los animales sin tratamiento murieron luego de alcanzar índices glucémicos de 600 mg/dl, asimismo desarrollaron cataratas de forma similar al ser humano; en tanto que las ratas sanas registraron hipoglucemia y murieron por esa causa.
Tras el hallazgo, la investigadora señaló que se cuenta con la patente provisional en Estados Unidos y que se inició un proceso de pruebas de farmacocinética para evaluar su efecto vía oral y dependiendo de esos resultados determinarán si es posible administrarlo por esa vía.
Si los resultados son positivos se procederá a patentar de forma definitiva el nuevo tratamiento.
Fuentes: IPN, Sin Embargo y Quequi
Portada e interiores: Pixabay y Quequi